Funcionarios de la GNB cobran hasta Bs. 3 mil en peajes para no decomisar alimentos

Tres funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se mantienen en una alcabala en la carretera de Los Llanos, donde anteriormente funcionaba un peaje en la entrada del pueblo de El Sombrero (Guárico). No paran a los autobuses que van en la vía hacia Maracay. Los que van de regreso, en cambio, sí tienen que estacionarse ante las señas de los uniformados.

Si llevan productos básicos como harina de maíz, mantequilla o café y no quieren dejarlos en la requisa, deben pagar, explicó el chofer a un pasajero que se comunicó con Efecto Cocuyo: “Desde que comenzó el bachaqueo esto es así. Cobran hasta tres mil bolívares, depende de lo que lleves. También revisan a las personas para verificar que no estén solicitadas por las autoridades”.



El informante, citando de nuevo al conductor, explica la razón de peso de las requisas a orilla de carretera: “Van a comprar cosas a Maracay y se traen alimentos y productos regulados para revender en los pueblos, donde la escasez está peor”. Cuenta que no todos los pasajeros lo hacen, “pero sí pasa mucho y la Guardia se aprovecha“.

El equipaje de los viajeros que se trasladaron el jueves 18 de junio en un autobús de la línea Asociación Civil Llanos Oriente – Occidente, desde Maracay (Aragua) hasta el pueblo de Zaraza (Guárico), fue requisado por los funcionarios. A tres de ellos no les abrieron las maletas, asegura la fuente, “porque le pagaron a la Guardia”.

“A todos nos revisaron para ver qué traíamos. Pero a un señor que llevaba un bolso grande ni lo vieron. Otras dos maletas tampoco las revisaron. El señor tuvo que apartarse en la carretera a negociar con uno de los Guardias y cuando ya todos volvíamos a subirnos para seguir el camino nos confesó lo que hizo porque si no les pagaba iba a perder mucho más dinero por la mercancía que llevaba“.


El viajero, molesto, dice que las irregularidades no sólo son cometidas por funcionarios: “El chofer es el primero que peca porque permite a las personas que vayan paradas en el autobús, las que no compraron a tiempo el pasaje. Esa línea sólo permite una maleta por persona pero nunca se cumple porque el que lleva más de una puede pagar y cada maleta adicional cuesta 250 bolívares. No conforme con eso, este chofer se paró en el medio de la carretera, cerca de San Juan de los Morros y subió a dos pasajeros más que estaban pidiendo cola”.



Tras la requisa y cinco horas de recorrido, el viaje no pudo reanudarse enseguida pues los dos pasajeros que se subieron en San Juan de los Morros negociaban con los Guardias. No era por comida o por algún producto de los más codiciados en esta época en Venezuela, cuenta la fuente: “A uno de los tipos lo tenían retenido y no lo querían soltar porque acababa de salir de la cárcel y había un error con su boleta de excarcelación. Estaba preso en la Penitenciaría General de Venezuela, nos enteramos después. Lo dejaron subirse de nuevo al autobús porque también pagó”.

Fotos: Cortesía


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