El tribunal arbitral del Banco Mundial desestimó la propuesta de
Venezuela de recusación de los árbitros que llevan el caso interpuesto
por la estadounidense Owens-Illinois, reseña Reuters.
A mediados de marzo se conoció el laudo que obliga a Venezuela a
pagar 455 millones de dólares a Owens-Illinois por la nacionalización,
en 2010, de dos plantas.
Horas después de conocida la decisión del Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), la Procuraduría
de Venezuela dijo que el país pediría su anulación buscando suspender el
pago.
Sin embargo, según el CIADI, lo único que Venezuela solicitó fue la
recusación de la mayoría del tribunal arbitral, pedido que fue negado el
16 de junio.
“No puede considerarse que la propuesta de recusación se haya
presentado en forma oportuna. Por lo tanto, la propuesta es rechazada”,
dijo el CIADI en un comunicado.
Otra razón para desestimar el pedido de recusaciones fue que el
árbitro que representaba a Venezuela, el abogado parisiense Alexis
Mourre, renunció.
El país petrolero aún tiene tres meses para solicitar la anulación del laudo, un proceso que podría tomar hasta 30 meses.
La demora en la ejecución de la decisión da oxígeno a las delicadas
finanzas de Venezuela, bajo presión en medio de un desplome de los
precios del crudo, su principal fuente de divisas.
Sin embargo, y a pesar de haberse retirado del CIADI en 2012, el país
aún enfrenta una treintena de millonarios arbitrajes internacionales en
esa corte luego de una agresiva política de nacionalizaciones llevada a
cabo por Chávez durante sus 14 años en el poder.
El jueves, el CIADI desestimó la solicitud de Venezuela de revisar
una decisión del año pasado que le obliga a pagar 1.600 millones de
dólares a Exxon Mobil.
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