Una estadounidense ha sido detenida por encerrar a su hijo en una jaula de perro, castigado por defecar en la cama. El niño, que era adoptado y cuya edad no ha sido revelada por la policía, estuvo confinado durante dos semanas en ese reducido espacio, según se asegura en el diario británico Daily Mail.
Las autoridades descubrieron el extraño tratamiento que le infligía Kathlyn Anthony a su hijo gracias a que la hermana del pequeño realizó unos comentarios al respecto en el colegio.
La madre, que se enfrenta a una acusación de malos tratos, explicó a la policía que había tratado de solucionar el problema del niño con otras alternativas, pero que no dieron resultado, según reseña Periodista Digital.
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