ROMA, 16 noviembre 2011 (AFP) - El grupo italiano Benetton lanza una campaña publicitaria en la que el Papa besa en la boca al imán sunita de la universidad egipcia Al Azhar, Ahmed el Tayeb, y el presidente venezolano Hugo Chávez hace lo propio con su homólogo estadounidense Barack Obama, en nombre de la lucha “contra el odio”, pero el Vaticano lo considera “una grave falta de respeto”.
No son los únicos que se besan en esta campaña que ha suscitado críticas entre los católicos, y perplejidad.
Obama también estampa un beso a su homólogo chino Hu Jintao frente a la catedral de Milán, o viceversa según como se lea.
En otra fotografía, la llamada pareja francoalemana, formada por el presidente francés Nicolas Sarkozy y la canciller Angela Merkel, se estampan un tórrido beso en la boca.
Las otras dos imágenes polémicas muestran al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la misma posición cariñosa con el líder palestino Mahmud Abas, así como al líder norcoreano Kim Jong-il y el presidente surcoreano, Lee Myung-Bak.
Chávez y Obama visten corbata y, al igual que los demás, se besan, según parece, con los ojos cerrados.
Este fotomontaje, en el marco de una nueva campaña publicitaria de “United Colors of Benetton” llamada “UNHATE” (“contra el odio”) será presentada este miércoles por Alessandro Benetton, vicepresidente del grupo textil, en París.
Pero comenzó a circular por internet y llegó a desplegarse una banderola gigante durante un breve espacio de tiempo cerca del castillo de San Angelo en Roma.
Las reacciones no se hicieron esperar.
El Vaticano calificó la campaña de “grave falta de respeto al Papa”. En un comunicado, su portavoz, padre Federico Lombardi, anunció “iniciativas ante las autoridades competentes para garantizar (…) el respeto de la figura del Santo Padre”.
Luca Borgomeo, presidenta de la Asociación de telespectadores católicos italianos, reclamó la retirada de esta publicidad. ¿Es acaso posible que Benetton no pueda concebir algo mejor?”, se preguntó estupefacta.
Las relaciones entre el Papa y el imán de Al Azhar son complicadas, sobre todo desde que Benedicto XVI expresó su solidaridad a las víctimas del atentado que causó 21 muertos en una iglesia de Alejandría el pasado 1 de enero.
El imán lo había interpretado como una injerencia.
“Se trata de imágenes simbólicas – con un toque de esperanza irónica y de provocación constructiva- para promover una reflexión sobre la manera en la que la política, la fe, las ideas, aunque sean opuestas y diversas, pueden llevar al diálogo y a la meditación”, se justificó Benetton.
El grupo textil y su fotógrafo Oliviero Toscani saltaron a la fama por sus fotomontajes provocadores en los años 1990, como aquel en el que un cura vestido con sotana negra besa a una monja.
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