Con motivo del Examen Periódico del Estado Venezolano ante el Comité de Derechos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, las organizaciones Observatorio Venezolano de la Salud,
Fundación Bengoa y Centro de Investigaciones Agroalimentarias (CIAAL),
elaboraron un informe sobre el derecho a la alimentación, con el fin de
complementar la información presentada por el Estado venezolano al
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones
Unidas. Entre los puntos más resaltantes de este Informe, se encuentran:
La situación alimentaria y nutricional de Venezuela es sumamente
crítica en estos momentos, la población está expuesta a escasez de
alimentos, sin que se den respuestas realistas sobre las causas de la
misma.
El manejo de esta crisis sobre una supuesta guerra económica de
sectores privados y de oposición, no es una realidad. Lo objetivo es que
el control excesivo de precios y los controles cambiarios en la
adquisición de divisas extranjeras con las se realizan las importaciones
de alimentos y los insumos para su producción, son obstáculos para
satisfacer las demandas de una alimentación adecuada.
También el aparato productivo nacional de alimentos se ha deteriorado
y ha disminuido notablemente su producción, por lo cual productos que
antes se exportaban, ahora deben ser importados para cubrir las demandas
nacionales.
Por otra parte, el alto nivel de inflación ha deteriorado la
capacidad de compra de alimentos de la población venezolana, al punto
que 80% de la población reportó en la ENCOVI 2014 (Encuesta de
Condiciones de Vida, realizada por USB, UCAB y UCV) dificultades para
adquirir sus alimentos y miedo a que sus ingresos no fuesen suficientes.
Asimismo, contrario a la idea de que en Venezuela existe menos del 5%
de personas sub-nutridas, según la misma ENCOVI 2014, un 11% de
personas refieren comer 2 o menos veces por día.
En adición, una dieta saludable es totalmente inaccesible para la
mayoría de los venezolanos, pues el patrón de alimentación es monótono y
a expensas de alimentos baratos, ricos en calorías que son los que
venden a precios controlados las redes públicas de expendios de
alimentos.
Por lo tanto, los factores de prevención de las enfermedades crónicas
tales como enfermedades cardiovasculares, obesidad y diabetes tipo 2
–en ascenso durante los últimos años- están relacionadas con una
alimentación no balanceada de la mayoría de la población, encontrándose
en riesgo de desarrollar estas patologías.
En Venezuela, la ausencia de datos detallados que se publicaban hasta
el año 2007 –especialmente el Sistema de Vigilancia Alimentaria y
Nutricional,SISVAN- es un obstáculo para tener conocimiento acerca de
las reales condiciones nutricionales de la población venezolana.
En este sentido, las principales recomendaciones que se presentaron en el Informe al Comité son:
- Promover la publicación de data reciente y actualizada por parte del SISVAN.
- Promover una economía de libre mercado, para que en la libre competencia, los productos de calidad puedan ser adquiridos a precios realistas.
- Eliminar los controles cambiarios que afectan la adquisición de productos e insumos para el adecuado funcionamiento del aparato productivo nacional.
- Promover los hábitos de vida saludable, principalmente una alimentación adecuada mediante el abastecimiento de productos de calidad que los venezolanos puedan adquirir sin restricciones ni racionamientos.
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