El gobierno de Nicolás Maduro establecería de manera unilateral la
delimitación marítima en zonas en disputa entre los dos países con la
creación de una Zona Operativa de Defensa Integral Marítima e Insular en
la Guajira, analiza el diario El Espectador de Colombia.
Las alarmas saltaron en Colombia hace cerca de tres semanas, cuando el gobierno de Venezuela ¬inmerso en un diferendo con Guyana por la exploración y explotación petrolera en bloques asignados a empresas extranjeras (entre ellas ExxonMobil) en áreas reclamadas por Venezuela¬ publicó en la Gaceta Oficial del 27 de mayo de 2015 el decreto 1787, mediante el cual ordenaba la creación de varias Zodimain (Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular).
Una Zodimain, según la Ley de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, corresponde a “una agrupación territorial de fuerzas y medios en un espacio geográfico (…) donde se conducirán las operaciones para la defensa…”. Así, mediante el decreto se crearon la Zodimain Atlántica, Oriental, Central y Occidental, ésta última la que tiene al Ministerio de Relaciones Exteriores estudiando el tema con lupa.
¿Por qué? Según el decreto, la Zodimain Occidental comienza en Castilletes, zona de la península de La Guajira, en donde comienza la línea fronteriza entre Colombia y Venezuela; luego la Zodimain entra en aguas del Golfo de Venezuela, tomando parte de la zona todavía en disputa entre los dos países. Algo que, según expertos internacionalistas consultados por El Espectador, no tiene validez, pues el decreto emitido por Venezuela establece unilateralmente la delimitación marítima entre Colombia y Venezuela, cosa que no ha sucedido con ningún país, salvo con Guyana, que protestó y hoy tienen un litigio que está siendo objeto de mediación por un delegado de la ONU.
Explican los analistas que esa zona dentro del Golfo no tiene una delimitación legal y el decreto se basa en la hipótesis de negociación que Venezuela ha sostenido por años frente a Colombia. Según uno de los expertos consultados, en el caso con Colombia ¬porque las otras zonas operativas creadas mediante el decreto afectan a países como Guyana, Surinam y Francia¬, lo que hicieron fue establecer unilateralmente la delimitación marítima entre los dos países, cosa que no tiene precedentes.
“El decreto traza la posición extrema de Venezuela, es decir, la máxima aspiración que ese país ha mostrado durante la disputa con Colombia. Dicha posición, por supuesto, no ha sido aceptada por Colombia”, señalan los internacionalistas.
La línea de prolongación de la frontera fue rechazada por Colombia desde 1969. Por eso, establecer la línea de manera unilateral, mediante decreto como lo hizo Maduro, no tiene validez y debería acordarse a través de un tratado. Advierten los expertos que la línea “se proyecta hacia el norte, de manera tal, que prácticamente se lleva por delante los tratados de Colombia con República Dominicana”.
Lo más grave, señalan los analistas, es que Colombia podría repetir lo sucedido con Nicaragua. “Colombia, por sí y ante sí, no por decreto, dijo que el Meridiano 82 era el límite con Nicaragua, no habiendo un tratado que lo estableciera. Uno no sabe si estos señores venezolanos se agarren de esto, le están dando a los islotes de los monjes un efecto total en la delimitación. Están estableciendo como suya una zona que está en disputa”.
Desde hace seis años, las negociaciones limítrofes entre Venezuela y Colombia quedaron paralizadas. La última declaración sobre el tema la hizo el entonces presidente, Hugo Chávez, quien aseguró que “este es un problema que debe resolverse ya”. Sin embargo, en 2009 se disolvió la comisión negociadora venezolana. Entonces, según miembros de la parte colombiana de la Comisión Negociadora (Coneg), creada en 1990, la discusión se concentraba en tres áreas. “La primera y más álgida es la zona del golfo; la segunda es Los Monjes, y la tercera es cómo quedaría la Zona Económica Exclusiva y la delimitación con terceros países”.
Así que oficialmente, el litigio entre ambos está todavía abierto. “Pero Venezuela optó por una cosa más sencilla que es establecer por decreto la frontera. Es curioso que hasta ahora se sabe esto, a pesar de que el decreto fue emitido el 26 de mayo. El decreto es una disposición general sobre todas las disposiciones marítimas de Venezuela”, dicen los internacionalistas.
El caso de Guyana
El tema con Guyana explotó el pasado 20 de mayo cuando Exxon Mobil, anunció que había descubierto un yacimiento en su pozo Liza-1, ubicado en el bloque de Stabroek, en un área costera cerca de la frontera entre Guyana y Venezuela. El hallazgo desató una crisis diplomática entre los dos países, pues aunque el Esequibo es actualmente administrado por Guyana, Venezuela no le reconoce la soberanía sobre el territorio. Según el gobierno venezolano, cualquier área frente a las costas del territorio del Esequibo no puede ser explotada hasta que se resuelva la reclamación territorial que se remonta al Laudo Arbitral de París de 1899, que resolvió la disputa cuando Guyana aún era una colonia británica, pero que Caracas considera nulo.
Alfonso López Caballero en una columna publicada en la revista Semana advirtió que este conflicto debería ser seguido muy de cerca por Colombia. López, llamaba la atención sobre la creación de la Zodimain Atlántica, con la cual Maduro pretende extender su jurisdicción marítima “en una forma que prácticamente cierra el acceso al mar a la República de Guyana”.
Explica López que “Maduro creó su Zona de defensa estratégica con Guaya, delimitada de tal suerte, que el mar territorial se mide no a partir de la actual frontera entre las dos naciones, sino a partir del extremo de la “zona en reclamación”. En consecuencia, el yacimiento petrolero pasa, de acuerdo con el decreto venezolano, a pertenecer a Venezuela”. Advierte López Caballero que ése es el mismo criterio que aplica Venezuela en el caso del diferendo con Colombia en el Golfo.
Ver original en el diario El Espectador (Colombia)
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