En diciembre del año pasado el Banco Central de Venezuela confirmó lo
que especialistas y empresarios tenían tiempo advirtiendo: la economía
venezolana entró en recesión al cumplir tres trimestres seguidos en
contracción y la inflación se aceleró hasta situarse en 68,5%. Aunque el
instituto emisor no ha publicado más cifras desde entonces, expertos
sostienen que el desempeño económico continúa en retroceso, así lo
publicó El Nacional
MARÍA FERNANDA SOJO
MFSOJO@EL-NACIONAL.COM
“En el último año los indicadores económicos empeoraron y pese a que
no hay estadísticas oficiales, lo que han denunciado representantes del
sector privado es que el acceso a las divisas es aun menor y la
producción está cada vez más comprometida, por lo que las previsiones
son negativas”, afirmó la economista Anabella Abadi, de ODH Grupo
Consultor.
En el único documento donde se prevé que la economía venezolana
crecerá este año es en la Ley de Presupuesto de 2015 que presentó el
Ejecutivo, el cual indica que el producto interno bruto aumentará 3%.
Por el contrario, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
calcula que Venezuela decrecerá este año 3,5%, mientras que para el
Fondo Monetario Internacional y la firma Ecoanalítica la contracción
será de 7%.
“Aunque muchas personas ven el PIB como un indicador alejado de la
cotidianeidad, la realidad es que es el que muestra cuántos son los
bienes que se producen en el país y que los consumidores podrán
encontrar en los anaqueles”, agregó Abadi.
Además del PIB, la inflación también ha empeorado y las proyecciones
de las firmas especializadas es que este año el indicador rebasará los
tres dígitos, lo que afectará aun más el poder adquisitivo de los
venezolanos.
En 2012 el índice nacional de precios al consumidor presentó un
ligero descenso, la inflación cerró el año en 20,1%, desde entonces solo
ha repuntado y los cálculos de Ecoanalítica es que este año la
inflación será de 130,1% (con una subyacente por el orden de 150,0%,
según el modelo de la firma).
“La producción nacional ha decaído y el BCV sigue imprimiendo dinero
inorgánico que acelera la variación del precio de los bienes y
servicios, pero el gobierno en lugar de atacar la inflación lo que hace
es perseguirla. La inflación sube y ellos lo que hacen es subir el
salario mínimo”, dijo Abadi.
Efraín Velásquez, economista y presidente del Consejo Nacional de
Economía, señaló que la caída del PIB y la aceleración de la inflación
obedecen al mal manejo de las autoridades económicas de las reservas
internacionales, que actualmente están en 17 millardos de dólares, un
nivel al que no descendían desde 1997: “No se han administrado las
reservas de manera que sean consistentes con el financiamiento de las
importaciones. Si no se importa el aparato productivo no puede operar,
entonces no se genera oferta de bienes y servicios”.
El desabastecimiento y la escasez de bienes básicos a propósito de la
caída en la producción es uno de los indicadores más palpables para los
ciudadanos, a quienes les toca hacer colas en supermercados y farmacias
para comprar los productos.
El BCV dejó de publicar las cifras en marzo del año pasado, entonces
estaba en 29,4%. En la medición que realiza el Centro de Documentación y
Análisis de la Federación Venezolana de Maestros la escasez de los
artículos de la canasta alimentaria se situó en abril pasado en 31,03%.
Para que aumenten los bienes en los anaqueles el gobierno debe hacer
ajustes inmediatos en la economía: debe frenar el gasto público y evitar
que el BCV continúe imprimiendo billetes sin respaldo, coincidieron
Abadi y Velásquez.
Aumenta incertidumbre. Los economistas agregaron que la política que
han emprendido las autoridades en el último año, de retrasar la
publicación de las cifras económicas lo que hace es perjudicar el
desarrollo del país.
“La peor variable económica es la incertidumbre. Si los organismos
oficiales no presentan información nadie tiene claro cuál es la
realidad. En ese escenario no queda otra sino imaginarse las cosas y se
asume que se está mal”, explicó Velásquez.
Indicaron que la opacidad afecta no solo a los industriales locales,
que no pueden planificar y determinar sus costos. También dificulta que
inversionistas extranjeros quieran traer su dinero al país. “Nadie entra
a un sitio que está oscuro, prefieres verlo desde afuera”, ejemplificó
Velásquez.
La caída del precio del crudo. El precio promedio del petróleo
venezolano en junio de 2014 fue de 99,11 dólares, desde ese mes la
cotización del crudo comenzó una curva de descenso que no se ha
revertido significativamente.
Aunque este año la cotización del barril ha recuperado más de 10
dólares, no ha podido alcanzar los 60 dólares que fue el precio de
referencia para elaborar la Ley de Presupuesto de 2015. Al cierre de la
semana pasada la cesta bajó a 54,03 dólares por barril.
La caída del crudo, que provee al país 96% de los ingresos en
divisas, ha agravado las finanzas nacionales. Este año el gobierno tiene
más difícil la tarea de honrar los compromisos internacionales y
financiar las importaciones. Sin embargo, el presidente Nicolás Maduro
ha insistido en que el desplome no va afectar el desenvolvimiento de la
economía.
Los economistas son escépticos sobre la recuperación del precio del
crudo a corto plazo y coinciden en que el Ejecutivo debe reducir el
gasto público y administrar mejor el dinero que está entrando.
Pero el precio no fue lo único que cayó en 2014. El año pasado la
producción de crudo descendió 4%, según la Memoria y Cuenta del
Ministerio de Petróleo y Minería. En 2013 se produjeron 2,89 millones de
barriles diarios y en 2014 alcanzó 2,77 millones de barriles por día.
Industria automotriz en retroceso. Un total de 7.690 automóviles se
han ensamblado en el país en lo que va de año, según la Cámara
Automotriz de Venezuela. Una cifra que es 83,14% superior a lo producido
en igual período de 2014, pero que sigue estando muy lejos de los
niveles de ensamblaje que había en el país antes de 2008, cuando el
Ejecutivo limitó las licencias de importación de materias primas y
vehículos.
Solo entre enero y abril de 2007 se produjeron 53.138 vehículos, 85,52% más de lo ensamblado este año.
Representantes del sector afirman que el retroceso en la asignación
de divisas oficiales para importación y para cancelar las deudas
pendientes ha incidido en la drástica caída del sector.
La situación se repite con los fabricantes de repuestos. José
Cinnirella, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes,
declaró la semana pasada que 30% de los 10.000 establecimientos que
comercializan repuestos han cerrado este año por el retraso en la
aprobación de divisas.
El resto del sector manufacturero también registra números negativos.
La encuesta de coyuntura de Conindustria del primer trimestre de 2015
arrojó que las plantas continúan operando por debajo de 50% de la
capacidad instalada, y agregó que 67% de los empresarios consultados
reportó caída en la producción los primeros tres meses del año.
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