Rafael Ortega-el siglo.- Muy desmejorados físicamente, Jesús Ríos, Yelitza Hurtado, Frederick Plaza, Luis Andrea y Gabriela Santos, los cinco estudiantes que permanecieron por más de 170 horas en huelga de hambre a las puertas de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), ayer decidieron levantar la protesta porque consideran que sus peticiones fueron escuchadas por el Ejecutivo Nacional.
En sus palabras ante los medios de comunicación, la bachiller Yelitza Hurtado, estudiante del 8º semestre de Biología, expresó: “Nos levantamos con la convicción de que nos quedan muchas cosas por hacer y les recordamos que esta lucha no termina aquí”.
No obstante, Hurtado señaló que aún quedan pendientes dos peticiones relacionadas con las reivindicaciones de los trabajadores universitarios.
“Lo único que le pedimos al Ejecutivo es que se siente con nosotros a dialogar porque nuestras peticiones no son para un solo grupo de estudiantes, sino para todos lo que hacen vida en la universidad”, acotó la bachiller.
Por su parte, Jesús Ríos, estudiante del 2º semestre de Informática, le envió un mensaje al Presidente de la República: “Esperamos que no se quede sólo en palabras. Cumpla lo que dijo en cadena nacional, mientras tanto seguiremos en la lucha en espera de un presupuesto justo para tener la universidad que todos queremos”.
Cabe destacar que durante la huelga de hambre, los jóvenes protestantes recibieron constantemente la atención médica requerida por parte de los galenos de la UPEL, quienes prestaron su apoyo a los estudiantes.
En cuanto al levantamiento de esta huelga, el bachiller David Briceño manifestó que “hoy le damos un voto de confianza al Presidente y esperamos que no defraude al movimiento estudiantil”.
Destacó que muchos estudiantes oficialistas se acercaron en horas de la madrugada para ofrecerles apoyo moral, debido a que su partido político (PSUV) les impide participar en la huelga.
“Nosotros exigimos es la libertad de expresión y la democracia. La universidad no es un partido político”, aseveró.
Finalmente, Briceño indicó que las universidades se fundamentan en la libertad del pensamiento y del estudio porque “la juventud es una rama de fuerza y valentía”.
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