Corea del Norte le puso fin al sueño de la Vinotinto sub-17 de
ir a la final. La clave de la victoria norcoreana para Sin Jong-Bok, DT
de las asiáticas, fue la “facilidad” que ofrecieron las criollas al
jugar siempre para Deyna Castellanos.
Pero ¿Habían otras opciones? En el
Suramericano brilló la dupla Deyna-Daniuska Rodríguez, que hizo estragos
con las defensas del continente. Sin embargo, la volante tuvo que ser
operada del ligamento cruzado el 22 de junio. Su rehabilitación fue
satisfactoria, pero era difícil que viese minutos en Jordania.
Otra variable en ataque era Jeismar
Cabeza, quien fue operada inmediatamente después del torneo continental,
por la misma lesión que Daniuska. La aragüeña llegó lista para jugar el
Mundial, pero sin ritmo competitivo.
Los males no solo fueron en la previa,
ya que Olimar Castillo se lesionó la rodilla ante Camerún, dejándola
fuera del resto del certamen internacional.
María Gabriela García, la rompedora por
excelencia en el mediocampo, se le diagnosticó una rotura de ligamento
en suelo jordano, lo que la dejó sin ver minutos.
La ausencia de la “Máquina” obligó a
Kenneth Zseremeta a retrasar una atacante, Dayana Rodríguez, para
colocarla en labores de destrucción.
Heliamar Alvarado y Deyna Castellanos
jugaron a pesar de sufrir sendas molestias. La lateral se lesionó la
muñeca, en un choque ante Camerún, y la “Reina del gol” arrastraba
molestias en los tobillos.
Zseremeta estaba de manos atadas y tuvo
que sacar gala de la polivalencia defensiva para mantener el equilibrio
atrás. Sin embargo, la catarata de bajas adelante sentenciaron a la
selección nacional a la “Deynadependencia”.
Fuente: Líder
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