El gobierno ha dado la certeza de que ha acabado con el hampa, porque
ha eliminado “personalidades” de la violencia en el país, sin embargo,
todo es cuento de carretera porque el hampa está más fuerte que nunca y
eso lo puede asegurar cualquier ciudadano de a pie.
La muerte de José Antonio Tovar Colina, alias “el Picure” solo fue el boom de unos días, puesto
que en poco tiempo sus hazañas ya están al mando de nuevos grupos
delictivos que se encargan de aterrorizar y mantener en agonía no solo a
Guárico, sino a Aragua, estado que ha sido bandera en hechos dantescos como decapitados y explosiones de granadas.
Para el momento, el Gobierno utilizó la muerte de “el Picure”,
como bandera política, intentando causar la sensación que están acabando
con el hampa; detrás de todo ese show está en desarrollo el nuevo liderazgo de esta fila delictiva.
Sin embargo, el testimonio de los guariqueños es oscuro,
cuentan que viven con miedo, aun sabiendo que “el Picure” no está pero
que su legado está más vivo que nunca, con estrategias más claras y sin
dejarse vencer por la emocionalidad que acabó con el
delincuente más buscado por las autoridades al enterarse de la muerte de
su hermano. Los guariqueños -por vivirlo en carne propia- saben que
viene la venganza y es a lo que más le temen, pero lo que no tienen
claro es cuándo llegará
“el Picure” y su ejército no nacieron de la noche a la
mañana, se formaron, al punto de tener un arsenal de armas, explosivos,
camionetas blindadas y las autoridades a su favor. Cuentan los habitantes de El Sombrero que él podía trasladarse tranquilamente por la zona.
“No se metía con nosotros, más bien castigaba a quienes infringían su ley e intentaban robar”, cuenta una señora, quien lo calificó como un capo. “Este hombre desplazó a la policía, era la autoridad”. Todo ese poder, sin duda será traspasado a otro que tenga el guáramo y el linaje delictivo que poseía este.
Con información de El Cooperante
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