El virtual nominado republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, acercó
hoy posturas con el liderazgo del partido al reunirse con el presidente
de la Cámara Baja, Paul Ryan, con quien tuvo un encuentro "muy
productivo", pero quien aún sigue siendo reticente a darle su apoyo de
manera oficial.
El virtual nominado republicano a la Casa Blanca, Donald Trump,
acercó hoy posturas con el liderazgo del partido al reunirse con el
presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, con quien tuvo un encuentro
"muy productivo", pero quien aún sigue siendo reticente a darle su apoyo
de manera oficial.
Trump y Ryan se reunieron en la sede del Comité Nacional Republicano
(RNC, en inglés) durante 45 minutos, con el objetivo de encontrar puntos
comunes para trabajar en la "unificación" del partido, muy dividido
ante la victoria del multimillonario en las elecciones primarias.
Ryan, que ocupa el tercer cargo político más importante del país tras
el presidente y el vicepresidente, dijo la semana pasada "no estar
preparado aún" para ofrecer su respaldo a Trump, una negativa que
evidenció todavía más los problemas que atraviesan los republicanos para
presentarse como una fuerza unida en los comicios presidenciales de
noviembre.
No obstante, en un comunicado conjunto, ambos calificaron la reunión
como "positiva" para avanzar hacia "la unificación", aunque también
reconocieron "las diferencias" que existen entre los dos.
"Creo que hemos plantado las semillas para estrechar las
diferencias", dijo Ryan en una rueda de prensa posterior, en la que
admitió que Trump ha devuelto al partido un nicho electoral que habían
perdido hace décadas.
"Ha logrado más votos que ningún otro nominado republicano en la
historia de nuestro país", apuntó el líder de la Cámara Baja, que, sin
embargo, no quiso ceder y ofrecer su respaldo oficial al magnate.
Ryan, máximo representante del aparato del partido, subrayó que las
diferencias con Trump "no se pueden solucionar en un encuentro de 45
minutos", pero se mostró optimista por estar de acuerdo "en los
principios fundamentales conservadores" como la defensa de la
Constitución, un Gobierno menos intervencionista o la defensa de la
vida.
"Es muy importante que no creemos una unidad (de partido) fingida,
que no finjamos estar de acuerdo", agregó el líder republicano, quien
reconoció que estas primarias han sido uno de los periodos electorales
más divisivos en el seno conservador.
No obstante, Trump y Ryan hallaron además otro punto clave de unión:
"impedir" que la favorita entre los demócratas para llegar a la Casa
Blanca, Hillary Clinton, logre la Presidencia.
El magnate se limitó a publicar un par de comentarios en la red
social Twitter, donde dijo que el día había resultado "magnífico", así
como las reuniones mantenidas con los congresistas.
El encuentro causó mucha expectación mediática y atrajo a decenas de
manifestantes a las puertas del RNC, especialmente inmigrantes, para
protestar contra las políticas defendidas por el multimillonario, como
prohibir la entrada temporal de musulmanes a EEUU para combatir el
terrorismo yihadista o la construcción de un muro en la frontera con
México para frenar la inmigración ilegal.
"RIP GOP" (Descansen en Paz los Conservadores) se podía leer en
algunas pancartas que advertían a los republicanos sobre apoyar a un
candidato como Trump, quien no ha tenido reparo en hacer uso de una
retórica xenóbofa, misógina y racista durante la campaña.
Tras entrevistarse con el líder de la Cámara Baja, el magnate celebró
una reunión similar con el liderazgo republicano del Senado, donde aún
encuentra escollos entre los senadores conservadores pero cuenta con el
apoyo de su líder, Mitch McConnell.
A este respecto, el líder de la minoría demócrata, Harry Reid, fue
muy crítico con su homólogo republicano en el pleno de la Cámara Alta.
"Cuando se reúnan, pueden hablar sobre sus políticas anti-mujer. Ya
que el senador McConnell está aceptando a Trump con entusiasmo, solo
podemos suponer que concuerda con la opinión de Trump de que las mujeres
son unas 'perras' y unas 'cerdas'. Solo podemos suponer que el líder
republicano no siente rechazo por la actitud de Trump hacia las
mujeres", dijo Reid.
Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, consideró
hoy que el encuentro entre Ryan y el magnate solo pone de manifiesto que
"los republicanos están más preocupados por las elecciones que por
solucionar las necesidades de los estadounidenses".
Earnest argumentó que el liderazgo del Partido Republicano pretende
que Trump acepte su agenda política, pero ellos mismos "no están
haciendo nada" por implementarla.
El portavoz citó como ejemplo de esa situación la renuencia de los
conservadores a aprobar fondos para combatir el virus del Zika o para
atajar la crisis económica de Puerto Rico.
Un ejemplo de las dificultades que afronta Trump en la Cámara Alta
entre sus correligionarios lo dio este miércoles el senador republicano
por Utah, Mike Lee, quien aseguró que no apoyará al magnate y que sus
ideas políticas "le asustan hasta la muerte".
Muchos legisladores conservadores se juegan la reelección a su escaño
este noviembre, en la misma jornada electoral de las presidenciales, y
temen que apoyar al magnate y sus propuestas radicales les haga perder
sus asientos, especialmente en aquellos estados donde las minorías
atacadas por Trump, como los hispanos, tienen un gran peso demográfico.
Pero el virtual nominado republicano no solo halla obstáculos entre
los miembros del Capitolio, tampoco cuenta con los expresidentes Bush,
tanto padre como hijo, o el último candidato del partido a la
Presidencia del país, el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney.
0 comentarios:
Publicar un comentario