Se ha escuchado a simpatizantes del
Partido Demócrata que Bernie Sanders ya debería de hacer lo correcto y
dejar la contienda para que Hillary Clinton pueda enfocar su dinero y
tiempo en Donald Trump.
Pero no solo eso, sino que ellos le han
pedido al senador de Vermont o están esperando que lo haga, le pida a
sus seguidores que apoyen a Clinton para tener un partido unido y fuerte
que pueda confrontar los incesantes y hasta ahorita letales ataques del
magnate.
Después de todo, Trump ya eliminó a 16 de sus contendientes contra
todos los pronósticos, incluyendo al Jeb Bush, quien tenía similar
pedigrí y peso político que la ex Primera Dama.
Es por eso, que la
cúpula del Partido Demócrata teme que pueda hacer lo mismo con Clinton a
quien ya la dan por nominada. No obstante, sus temores no están mal
infundados ya que parte del movimiento y éxito de Trump y Sanders, es
querer cambiar el ya gastado establecimiento político que casualmente,
es lo que Hillary Clinton representa.
Lo que no se dan cuenta
los demócratas que solicitan a Sanders le pida a sus seguidores que
apoyen a Clinton, es que lo que menos importa a los simpatizantes del
precandidato de 74 años son los partidos y sus intereses. Es más, eso
es lo que quieren cambiar porque en gran medida, consideran que el
actual establecimiento político es lo que ha causado que la clase media
se esté debilitando y de paso, que las nuevas generaciones estén hoy
condenadas a una deuda estratosférica si es que deciden ir a la
universidad.
Pedirles a los seguidores de Sanders que apoyen a
Clinton, es como pedirles que traicionen sus propios principios e
ideales por los que han luchado por casi un año, sin importar que tienen
la maquinaria del Partido Demócrata y de la familia Clinton en contra.
Pedirles
a los seguidores de Sanders que apoyen a Clinton, es como pedirles que
traicionen la democracia en la que todavía creen y que es dictada por el
pueblo y para el pueblo, y por la que muchos, sin importar la amenaza
que representa Trump, no están dispuestos a renunciar. Y mucho menos
cuando se ha planeado sistemáticamente el triunfo de Clinton desde
adentro del partido, sin hacer caso a las victorias y al voto de
millones de personas.
Muchos argumentarán que hasta el momento
Clinton es la que tiene más votos que su oponente y que la voz de la
mayoría del pueblo está con ella, pero lo que no recuerdan es que
todavía no iniciaba la primer contienda y Clinton ya tenía en la bolsa a
más de 400 superdelegados, mismos que han ido influenciando las
contiendas desde el inicio, subrayando que era necesario apoyar a la
candidata más fuerte con tal de que un republicano no llegue a la Casa
Blanca.
Ese
miedo se ha ido incrementado, pero al mismo tiempo se ha ido enfocando
en una sola persona: Donald Trump. Es claro que la cúpula del Partido
Demócrata no confía en lo impredecible que es el magnate, considerando
la inhabilidad de Clinton de ganarse la confianza de la juventud y al
electorado adulto blanco. Es por eso que ahora que ven la resonancia de
Sanders entre la gente, piden a gritos que apoye a Clinton y al partido,
a ese mismo que no daba un dólar por el senador al inicio de su
campaña.
En otras palabras, el Partido Demócrata y Clinton no solo
les ha bastado traicionar el voto de la gente y poco a poco irlo
manipulando; sino que ante la impopularidad y el miedo de un fracaso de
la ex Primera Dama, ahora utilizan el miedo a Trump para obligar a los
seguidores de Sanders apoyar a Clinton.
“Si no apoyas a Clinton, es como si le diera tu voto a Trump”, se escucha muy a menudo.
Afortunadamente,
Sanders todavía lucha con el objetivo de alcanzar la nominación, pero
muy consciente de que la elegida para el puesto, desde el presidente
hasta el vicepresidente, es Hillary Clinton.
Muy acertadamente, el
senador de Vermont ha respondido que sus seguidores son seres pensantes
e inteligentes y no está en él que sus simpatizantes voten por Clinton,
sino en la misma ex secretaria de Estado que necesita ganarse su apoyo.
No
hay duda de que muchos no verán otra opción y votarán por Clinton en
lugar de Trump, pero estoy seguro que miles se quedarán en su casa o
incluso optarán por Trump, quien después de todo, eliminando todas las
incoherencias que dice, está luchando también contra el sistema
establecido y algunos de los objetivos por los que la mayoría del pueblo
se ha levantado.
Es por eso que si Clinton quiere ganar el voto
de los seguidores del creador de ‘feel de bern’, tendrá que hacer mucho
más que pedirles que traicionen sus principios.
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