Las abultadas deudas de Petróleos de Venezuela (PDVSA) le están complicando al país miembro de la OPEP cumplir con su meta de incrementar fuertemente la producción de crudo en el 2012, dijeron contratistas de la estatal.
Venezuela planea elevar este año su estancada extracción petrolera a 3,5 millones de barriles por día (bpd), desde los 3 millones de bpd del 2011, lo que, de ealcanzarse, sería el mayor incremento anual logrado durante los 13 años del Gobierno del presidente socialista Hugo Chávez.
Pese a que PDVSA trabaja contra reloj en la Faja del Orinoco, una zona vasta en petróleo, para aportar 470.000 bpd adicionales a la producción local, la acumulación de cuentas por pagar a sus proveedores está provocando cuellos de botella en la contratación de servicios y equipos de exploración y extracción.
“Algunos contratistas no han cobrado ni una factura desde octubre, pese a que están involucrados en proyectos estratégicos de la Faja. Nosotros solo hemos podido cobrar uno de tres pagos pendientes”, dijo una fuente que pidió no ser identificada.
PDVSA no ha difundido cifras actualizadas sobre sus cuentas por pagar a proveedores, que al cierre de junio del 2011 sumaron 9.290 millones de dólares, un récord máximo para un semestre.
No obstante, algunos proveedores afirman que el ritmo de pagos ha empeorado sustancialmente desde el año pasado, incluso entre las firmas de servicios encargadas de entregar taladros y otros equipos destinados a elevar la extracción de crudo.
Un directivo de una firma de servicios dijo a Reuters que las deudas y la falta de personal capacitado son los dos principales escollos que encuentran las empresas que están participando en el Orinoco, una zona inhóspita que requiere desde la apertura de caminos hasta la instalación de servicios.
“No podemos participar en las licitaciones porque tendríamos que solicitar préstamos para adquirir el equipo que PDVSA necesita y seguramente PDVSA no nos pagará a tiempo para cumplir con esos compromisos”, dijo el directivo.
La acumulación de deudas podría llevar a la petrolera a realizar una nueva emisión de bonos en los próximos días para pagar con estos títulos a sus acreedores, según han dicho varios analistas, luego de que la petrolera estatal colocara papeles por 10.322 millones de dólares en 2011.
BAJO PRESIÓN
En una reunión celebrada este mes entre la directiva de PDVSA y las firmas que participan en la Faja del Orinoco, el presidente de la petrolera y ministro de Energía, Rafael Ramírez, exigió a sus socios poner el pie en el acelerador para que las empresas mixtas que operan seis bloques entreguen sus primeros barriles en el 2012.
La solicitud consiste en que cada una de estas compañías -integradas por PDVSA y petroleras extranjeras- entregue unos 30.000 bpd de producción temprana este año, lo que reuniría una buena parte de los 558.000 bpd que en total planea incrementar el bombeo Venezuela este año.
“Actualmente Venezuela tiene 270 taladros operando y con el plan extraordinario de producción vamos a llegar este mismo año a 373 taladros perforando”, dijo el ministro, quien informó que recientemente se adquirieron 38 unidades de China que irían llegando progresivamente al país.
Desde que se anunció la nueva meta de bombeo, la presión de PDVSA a sus socios se ha intensificado para pasar de la etapa inicial de los proyectos a la fase dos, que prevé la entrega del financiamiento prometido por las firmas privadas para acometer las obras que permitirán manejar los primeros barriles.
Los seis nuevos proyectos que están más adelantados en la Faja del Orinoco planean aportar un total de 2,1 millones de bpd de nueva producción en su fase de máxima capacidad, que serán procesados en nuevas refinerías y mejoradores que requerirán más de 80.000 millones de dólares de inversiones.
“Ya hemos alcanzado 33.000 bpd de incremento”, anunció Ramírez la semana pasada desde una reunión directiva convocada para pasar revista al avance de los planes del Orinoco, haciendo referencia al aumento logrado a partir de un plan extraordinario de bombeo iniciado en el 2011 bajo el nombre de Proyecto Tricolor.
Contratistas dijeron que Junín 10, operado por PDVSA en solitario, y Junín 2, en donde participa la estatal Petrovietnam, son los bloques más adelantados, con grupos de pozos en proceso de ensamblaje y taladros en vías de instalación.
Pero empresas involucradas en otras áreas se resisten a pasar a la fase de producción sin garantías de estabilidad fiscal -Chávez incrementó el año pasado un impuesto a las ganancias petroleras-, sin algunos estudios de factibilidad completamente terminados y en medio de crecientes deudas.
“Hay mucho petróleo, pero faltaban inversiones, tecnología”, dijo Chávez la semana pasada describiendo la fórmula que muchos expertos consideran que le hace falta aplicar al país para finalmente ver un alza en la extracción local.
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