Este miércoles la Fiscalía del Ministerio Público realizó la reconstrucción del caso sobre la muerte de la joven estudiante Ana Sofía Rincón Boscán, de 16 años,
asesinada la mañana del pasado jueves de un balazo en el tórax en el
aula del 5to año “B”, de la unidad educativa Martín Lutero en la avenida
Pomona.
Acompañados por funcionarios del Cuerpo
de Policías Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) y del Cuerpo de
Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), la
fiscal que lleva el caso, en compañía del adolescente de 15 años, acusado de accionar el revólver calibre 32, acudieron a la unidad educativa a reconstruir el hecho.
Fueron alrededor
de tres horas de trabajo que realizaron en la unidad educativa, que
desde ese día mantiene cerradas sus puertas al estudiantado, tras el
crimen. Cerca de las 2.00 de la tarde salieron del plantel.
Cabe recordar que el adolescente sacó el arma
para mostrársela a uno de sus amigos y fue entonces cuando
presuntamente se le accionó. Una mezcla de llanto, gritos, pánico y
desespero, se apoderó de todo el estudiantado, profesores y a los pocos
minutos, de familiares de los alumnos que a través de llamadas
telefónicas de sus representados se enteraron de lo ocurrido y acudieron
al Martín Lutero.
La agonizante víctima fue auxiliada y
uno de los vigilantes de la unidad educativa la llevó hasta el seguro
social donde lamentablemente murió.
Los primeros al llegar al sitio fueron
funcionarios de la PNB y luego del CPBEZ.
Trataron de calmar a los
representantes y a los propios alumnos desconcertados. Detectives del
CICPC al mando del propio jefe de la División de Homicidios acudieron al
sitio de la desgracia más pronto de lo esperado.
Para ese entonces, los uniformados
habían hecho una requisa a los estudiantes y a uno de estos le
encontraron dentro de su bolso otro revólver. Inmediatamente fue
detenido y llevado al interior de una unidad policial. El asombro fue
aún mayor cuando a otro adolescente le hallaron un chaleco de uso policial pero este no era blindado.
El centro educativo donde se había
escenificado la muerte de Ana Sofía era considerado uno de los más
estrictos pero quedó demostrado que la inseguridad rondaba pues nunca se
les ocurrió a los dueños del plantel revisar los bolsos como suelen
hacer en liceos públicos. Nadie imaginó que uno de los estudiantes
llevase un arma, pero dos lo hicieron. El revólver de donde salió la
bala que le quitó la vida a Ana Sofía es presuntamente del padre del
estudiante que la portaba, un trabajador del Instituto de Transporte
Urbano Colectivo de la Alcaldía de Maracaibo.
Protestas
Desde tempranas horas de esta mañana un
grupo de familiares de la joven estudiante Ana Sofía protestaron para
que sean cerradas las puertas del plantel por este caso que conmocionó al Zulia, además de otras irregularidades que ya venían presentándose.
A ellos, se sumaron varios representantes de la unidad educativa quienes manifiestan que hace un tiempo hubo un caso
en el que intentaron envenenar a una profesora así como el hallazgo de
una escopeta recortada que fue decomisada y a su juicio “todo lo han
callado”.
Representantes recriminan el silencio de
parte de las autoridades de dicho plantel, que hasta ahora no han dado
la cara para explicar los diferentes casos que son señalados.
Asimismo denunciaron que cancelan una cuota muy alta por el seguro estudiantil, y recriminan que la joven fue llevada al seguro social y no a una clínica privada.
Fuente: Noticia al Día
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