Aunque oficialmente monseñor Paul Gallagher visitará el país para
asistir a una ordenación episcopal, fuentes de la Iglesia admiten que
mantendrá reuniones con autoridades para limar asperezas y acercar
posiciones.
“A Dios rogando y con el mazo dando”. El Vaticano demuestra la
veracidad de este refrán, pues tras varios pronunciamientos públicos e
incluso una carta, cuyo contenido aún se desconoce, el papa Francisco ha
dado un paso con el que deja en claro que Venezuela figura en su agenda
y por ello decidió enviar a su canciller, monseñor Paul Gallagher, para
que visite al país.
Aunque nada más anunciar el viaje, el cual comenzará el 24 de mayo y
terminará el día 29, el portavoz de la Santa Sede, el padre Federico
Lombardi, se apresuró a decir que el mismo no tenía carácter
“diplomático”, pues durante el mismo el Secretario de Relaciones con los
Estados simplemente asistiría a una ordenación episcopal, fuentes
eclesiásticas venezolanas admiten que la misma tiene otro propósito.
“Monseñor Gallagher viene a tratar de limar asperezas con el
Gobierno”, afirmó una fuente de la Conferencia Episcopal Venezolana
(CEV), quien agregó: “La carta que el Papa le mandó a Maduro no agradó
nada, porque en ella Francisco le pide que no obstaculice ninguna salida
electoral a la crisis. Lo llama a dejar que los venezolanos se expresen
en las urnas”.
La misiva se produjo luego de que el Pontífice, durante la misa de
Pascua, llamara a los actores políticos a “trabajar en pos del bien
común ante las difíciles condiciones en las que vive el pueblo
venezolano”.
Interrogado sobre esta versión el presidente de la CEV, monseñor
Diego Padrón, dijo desconocerla. “No sabemos si la carta que el Papa le
mandó al Presidente molestó o no, porque no nos han informado nada”,
afirmó, al tiempo que reiteró la información oficial respecto a que la
visita de que el jerarca vaticano es pastoral.
“Monseñor Gallagher viene para asistir a la ordenación como obispo
del padre Francisco Escalante, quien fue nombrado por el Papa como
Nuncio en el Congo”, apuntó. Escalante es el primer sacerdote venezolano
al que el Pontífice argentino nombra como embajador.
No obstante, monseñor Padrón no descartó que durante la misma se
puedan producir reuniones y encuentros de otra naturaleza. “Esta es una
ocasión propicia para que haya conversaciones entre el Secretario y
distintos funcionarios, comenzando por la canciller Delcy Rodríguez.
Estoy seguro que él estaría muy dispuesto a que algo así ocurriera”,
soltó el también Arzobispo de Cumaná.
Venezuela, la próxima Cuba
Para el exdirector del Instituto de Estudios Políticos de la
Universidad Central de Venezuela, Luis Salamanca, es “inusual” que un
funcionario de tan alto nivel venga al país para asistir a una
ordenación episcopal. “En los últimos años hemos tenido muchas
ordenaciones y nunca un funcionario de tal rango”, dijo, al tiempo que
dio por sentado que la visita tiene otros motivos.
“Desde que fue elegido papa, Jorge Mario Bergoglio ha dejado en claro
que la situación venezolana le preocupa y yo creo que este gesto es
otra demostración de la preocupación que hay internacionalmente porque
la crisis venezolana se pueda salir de unos cauces medianamente
pacíficos”, afirmó, en referencia a la decisión de las autoridades de
responder a cada marcha convocada por la Mesa de la Unidad Democrática
(MUD) con una contramarcha.
Por su parte, el internacionalista Carlos Romero no descartó que la
intención del Vaticano con este viaje sea buscar vías para restablecer
el diálogo entre las autoridades y la oposición; y así reproducir en
Venezuela lo que ya hizo con el proceso de normalización de las
relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
“El Vaticano posiblemente cree que hay posibilidades de que el
Gobierno y quienes le adversan se puedan sentar en una misma mesa y
entablar un diálogo”, aseveró, aunque se mostró pesimista sobre los
resultados: “El Gobierno ha dejado en claro que no le interesa dialogar
ni negociar nada con la oposición, a la que no reconoce como un actor
válido y así no puede haber ningún tipo de diálogo”.
Romero también se preguntó si para esta visita se tomó en cuenta la
opinión de los obispos venezolanos. “El Episcopado y el Gobierno en la
práctica no tienen relaciones, el Gobierno no ve en ellos a un tercero
que pueda ayudar a un diálogo o una negociación porque tienen una
posición muy beligerante frente a él. Incluso respaldan el revocatorio”.
En 2014, en plena ola de protestas antigubernamentales, el Vaticano, a
través de su embajador en Caracas, monseñor Aldo Giordano, jugó un
papel clave para sentar al Gobierno y a la oposición en una misma mesa.
Iniciativa que permitió rebajar las tensiones, pero no ofreció ninguna
solución.
A la espera
Tres semanas se celebró el primer encuentro de alto nivel entre el
Gobierno y la Iglesia en casi dos años, cuando el vicepresidente
Aristóbulo Istúriz se recibió a monseñor Padrón, durante el encuentro el
prelado solicitó al funcionario la posibilidad de establecer un canal
regular de comunicación entre ambas instituciones.
Asimismo le solicitó que le permitiera a Cáritas de Venezuela poder
recibir los alimentos y medicinas que homologas de Europa le han
ofrecido para paliar la situación de los sectores más vulnerables. Sin
embargo, hasta ahora la respuesta ha sido el silencio.
“Seguimos esperando respuesta”, declaró monseñor Padrón, lo cual
indica que si la misión de monseñor Gallagher es abrir una vía de
comunicación permanente tiene una tarea difícil.
Sin embargo, Salamanca no descarta que se produzca incluso un
milagro, pues “el Papa es a las pocas personas que este Gobierno le
guarda cierto respeto”.
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