La unidad de la automotriz Ford Motor Co. en Venezuela espera comenzar a
vender en los próximos meses sus autos a precios fijados en dólares,
como una alternativa para reactivar sus operaciones paralizadas por
falta de insumos, dijeron a Reuters dos fuentes vinculadas con su red de
concesionarios.
La venta de autos en divisas marcaría un hito en la economía de
Venezuela, bajo severa regulación del Gobierno y en la que rige un
control cambiario desde hace más de una década, que limita la
transacción de bienes en moneda extranjera.
El presidente de Ford de Venezuela, Héctor Pérez, dijo esta semana
que tras lograr “acuerdos” con el Gobierno socialista de Nicolás Maduro,
los cuales no detalló, la unidad reactivará su producción “normal”
entre julio y agosto.
La planta de la automotriz estadounidense -en la ciudad industrial de
Valencia- está paralizada desde abril, afectada como el resto de las
ensambladoras en el país por una acuciante escasez de divisas que ha
impedido la importación de autopartes.
“Empezamos con la venta (de autos) en divisas cerca de finales de
junio o julio. Ya todo está muy adelantado”, dijo una fuente de la red
de concesionarios de la marca, que pidió no ser identificada.
“Hay muchísimo hermetismo. El Gobierno ha pedido a Ford muchísima discreción”, agregó.
La expectativa es que la medida no sea bien recibida por los
consumidores, dado el limitado acceso a dólares que tiene la mayoría de
los venezolanos debido al control de cambio.
Según señaló la fuente, para reactivar la planta, los concesionarios
unieron recursos en divisas en una “colecta” para importar un primer
cargamento de partes de la casa matriz del fabricante, que este año
desincorporó a la filial venezolana de sus activos por los conflictos
cambiarios. [ID:nL1N0V22CM]
“La casa matriz se negó a seguir subsidiando las operaciones
locales”, agregó la fuente, que añadió que a partir del acuerdo Ford
empezará a pagar sus impuestos al Estado en divisas, lo que podría
brindar un poco de oxígeno a las finanzas públicas.
El acuerdo también implicaría que Ford exporte parte de su producción
al mercado latinoamericano para generar nuevas fuentes de divisas para
el país.
Ford no ofreció información de inmediato cuando fue interrogada sobre el tema.
La sequía de divisas en Venezuela se ha agravado por la caída de los
ingresos como consecuencia de la baja de los precios del petróleo,
fuente de nueve de cada 10 dólares que ingresan al país sudamericano,
que sufre una creciente escasez de productos y que bordea la
estanflación.
Una segunda fuente representante de una red de concesionarios de
diferentes fabricantes no descartó que otras ensambladoras también estén
en conversaciones con el Gobierno para establecer acuerdos similares.
“Ford fue el primero, pero claro que las otras marcas están viendo y
esperando cómo les va con el experimento”, dijo la fuente, que agregó
que en la práctica algunos intermediarios ya venden autos en dólares,
pero “por debajo de la mesa”.
La industria automotriz venezolana prácticamente se encuentra
paralizada. En abril General Motors despidió a casi 450 empleados y Ford
se preparaba para cerrar 267 puestos de trabajo.
Las plantas de Toyota, Chrysler, subsidiaria de la italiana Fiat;
Iveco, de la italiana CNH Industrial y Mack, de la sueca Volvo también
están trabajando al mínimo de su capacidad, según un líder sindical.
General Motors y Toyota no respondieron de inmediato al llamado para
conocer si evalúan tomar una medida similar. El Ministerio de
Información de Venezuela tampoco pudo comentar al respecto.
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