La estrategia de comunicación sobre la enfermedad de Chávez ha sido
una cuestión recurrente en el diseño de mensajes por parte del núcleo
duro chavista, así lo reseñó la periodista Emili J. Blasco de ABC.es
La estrategia de comunicación sobre la enfermedad de Chávez ha sido
una cuestión recurrente en el diseño de mensajes por parte del núcleo
duro chavista. Un documento interno de agosto de 2011, titulado «Imagen
del presidente ante el inicio del nuevo ciclo de tratamiento»,
especificaba ya todo un plan de acción.
«Es más que probable», indicaba el informe, con la preocupación
puesta en las elecciones presidenciales que quedaban por delante, «que
la recuperación del tratamiento requiera mucho reposo y aconseje
disminuir la frecuencia de las apariciones públicas del presidente. Por
ejemplo, convendría modular las apariciones en directo, evitando así el
riesgo de trasmitir una imagen no planificada de agotamiento o
debilidad, por no hablar de una indisposición sobrevenida que obligara a
interrumpir una intervención, lo que podría resultar muy perjudicial».
Los estrategas advertían que demasiados signos evidentes de
enfermedad, «si no se controlan adecuadamente podrían transmitir una
imagen de degradación y agotamiento manipulables por los enemigos tanto a
nivel nacional como internacional». «No conviene», añadía el documento
en negrita, «que la imagen de lucha del presidente contra la enfermedad
que es necesario transmitir pueda derivar en la imagen de un hombre
enfermo».
También se recomendaba designar una «portavocía médica capaz de
transmitir seguridad y estabilidad sobre el proceso de curación del
presidente», así como «apostar por una combinación entre una vestimenta
clara (camisas blancas) que transmitan salud, evitando indumentarias
hospitalarias, y la vestimenta militar que transmita determinación en el
combate contra la enfermedad».
Un líder que camina
También se abogaba por «espacios claros y soleados acompañados de vegetación y por la imagen en movimiento del presidente (caminando) evitando los espacios cerrados así como cualquier imagen de prostración convaleciente». Con el tiempo, las tomas caminando no fueron posibles dado el especial dolor de Chávez en una de las piernas.
Esto se escribía en momentos en los que a los propios colaboradores
de Chávez se les escapaba la gravedad de su enfermedad. De ahí quizás
que propusieran además «documentar su tránsito por el retorno, lo que
han sido, son y serán estos días en la vida del presidente como paciente
con el objetivo de elaboraren forma de libro y/o reportaje
cinematográfico la experiencia vivida». «Ahora bien», se añadía de todos
modos, «es de precisar que estos materiales deberían ser publicados una
vez se haya superado completamente la enfermedad». Se desconoce si se
comenzó ese proyecto de película. En todo caso no habría alcanzado la
conclusión épica esperada.
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