El sábado 03 de diciembre, Venezuela se páralizó por la muerte del comediante Juan Carlos Adrianza y la periodista María Gabriela Rengifo en un accidente de tránsito en el estado Guárico. Pocas horas después, los tuiteros venezolanos quedaron sorprendidos al ver como un usuario tenía “fotos únicas” del suceso.
El miércoles todo cambió. Ya ese usuario no existe. Bueno, sí existe, pero en otra cuenta. Su lugar, y los 40 mil seguidores que ganó del “material exclusivo”, están en manos de un autodenominado “Grupo N33″, que se habría dedicado a crackear cuentas de personalidades opositoras. ¿Cómo es eso posible? Con un cambio de usuario.
La personalidad original, Juan Ramírez, mutó a Grupo N33 y ahora es “la cuenta oficial” del colectivo de piratas informáticos. ¿Con qué sentido? Ganar difusión. La cuenta con el nombre original de Juan Ramírez fue abierta el 23 de noviembre y no tuvo ninguna actividad hasta el accidente de Adrianza, sólo dos tweets buscando seguidores via #FollowFriday. Pero el 03 de diciembre, la cosa cambió.
Las fotos que publicó el supuesto Ramírez del cadáver del comediante fueron falsas. Puede encontrar algunas de ellas en este link y en este otro. Pero el hecho ya está consumado. Sólo entre sábado y domingo la cuenta creció hasta casi 20 mil seguidores, y se detuvo en 40.791 al momento del “cambio”.
¿Cómo cambió de nombre? Eso es una opción que está incluída dentro de las preferencias de Twitter. ¿Qué hizo este usuario? Pues vació su nombre y le colocó el nuevo, perteneciente a Grupo N33. Con eso se embolsilló los 40 mil seguidores que las polémicas fotos le ganaron a la cuenta.
Para guardar las apariencias, el colectivo volvió a crear la cuenta original, con otro nombre, el día lunes. Un “hacker” dijo haber accedido a la cuenta, pero en realidad es un engaño. Esa no es la cuenta original y se nota en el conteo de seguidores (946). Tiraron un “peine” y 40 mil cayeron por inocentes.
En estos tiempos de “inseguridad informática”, no todo lo que brilla es oro. La curiosidad hizo que miles de personas pudieran estar siguiendo ahora a aquellos autores de los crackeos a Leonardo Padrón, Berenice Gómez o Cecilia García Arocha, entre otros. Twitter es una poderosa herramienta de información que se busca desprestigiar, sobre todo en vísperas de una campaña electoral. De su cuidado, el de los usuarios, depende que continúe siendo efectiva.
lapatilla.com
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