No es muro físico, como el de Berlín que ocasionó la muerte de miles de ciudadanos tratando de escalarlo para huir del autoritarismo soviético; al que me refiero no ha causado muertes. Se trata del muro mental de los gobiernos socialistas europeos, ese muro que impidió a los ciudadanos asumir responsabilidades, al acostumbrarse a vivir de las demagógicas políticas sociales: disminución de la edad de jubilación, aumento del número de días feriados, disminución de las horas semanales de trabajo, etc. Por tan desacertadas medidas, los presupuestos estatales crecieron sin control alguno, así como el endeudamiento para financiar los déficits. Esta farra duró décadas y en algún momento tenía que hacer crisis. Ahora llegó con fuerza y castiga implacablemente a gobiernos irresponsables.
El efecto dominó comenzó en Grecia y se está propagando a toda Europa, al extremo que en esta semana, la calificadora de riesgo Standard & Poor puso en vigilancia negativa a 16 países. En su informe, S&P urge a los líderes europeos alcanzar acuerdos 'creíbles' para los mercados y ponerlos en práctica. Si no lo hacen, la crisis podría hacerse más profunda y expandirse a otros países menos afectados, de la región.
Diariamente la prensa internacional comenta sobre la velocidad con que se deterioran las economías europeas y la incapacidad de sus gobernantes para llegar a acuerdos duraderos. Esto se debe a que al ser la mayoría de corte socialista, no todos están convencidos de que se debe reducir el tamaño del Estado.
La falta de decisiones oportunas ya está afectando a economías de otros países, como Brasil, China e India. Esta semana el Gobierno de Brasil admitió que se está viviendo desaceleración económica y propone un vasto plan que incluye reducción de impuestos para apoyar al sector privado y evitar la profundización de la crisis. Un artículo de Wall Street Journal intitula, "El contagio de la eurozona se propaga a China", comenta que "Mientras la eurozona intenta resolver sus problemas, China está comenzando a arder".
El problema es tan grave que el Banco Central Europeo ha pedido ayuda al Fondo Monetario Internacional y a Estados Unidos.
0 comentarios:
Publicar un comentario