“No te odiamos porque seas famosa. Eres famosa porque te odiamos.” En ese tweet tan poco amistoso se resume la paradoja de Rebecca Black, una niña de 13 años oriunda de California que se convirtió en menos de una semana, en un auténtico fenómeno de Internet gracias a “Friday” (Viernes), el tema musical que su mamá “adquirió” por la módica suma de 2.000 dólares. Módica, por supuesto, para la fortuna que esta adolescente podría acumular durante los días en los que mantenga su popularidad.
La historia de “Friday” comienza cuando la madre de Rebecca la pone en manos de Ark Music Factory, una casa productora en Los Angeles que ofrece a adolescentes con aspiraciones artísticas la oportunidad de ganar alguna experiencia discográfica que les permita convertirse en estrellas pop. Rebecca optó, entre dos temas que la empresa le ofreció, por “Friday”, un tema tan pegajoso como intrascendente, en el que la chica repite, incesantemente, “Viernes, viernes, vamos de fiesta el viernes”.
El excesivo uso de un efecto vocal conocido como “Auto Tune” (afinación por computadora), la inclusión de un rapero que nada tiene que ver con el resto del video, y dos desgarbadas niñas de frenillos que acompañan a Rebecca en el coro completan la escena para convertir a “Friday” en una parodia involuntaria del género musical que representan Britney Spears, Justin Bieber, y todos los que entre ellos han pasado.
“¿Es éste el peor video de la historia?”, preguntó Michael J. Nelson, un comediante norteamericano, a través de Twitter, y enlazó al video de Rebecca. De no haber sido por él, y por una demoledora crítica negativa en twitter del reconocido blog “The Daily“, el tema habría pasado tan desapercibido como los otros videos de Ark Music Factory. Pero en pocas horas, “Friday” se convirtió en un video viral que supera los 18 millones de visitas en YouTube y ha dado origen a decenas de parodias, burlas, covers, y un auténtico huracán de comentarios insultantes que han quedado sembrados por toda la internet.
Los periodistas del programa matutino Good Morning America se acercaron a Rebecca para preguntarle qué sentía tras el vertiginoso ascenso a la fama y los hirientes comentarios que los internautas dejan en YouTube, Reddit, en foros y en Twitter: “Esta es la peor canción que he escuchado en toda mi vida, hasta los sordos se están quejando”; “Odio esa voz. Se me va a quedar pegada en la cabeza el resto de mi vida. Viernes, viernes, viernes, Oh, Dios Mío”. “Ojalá se te desarrolle un desorden de alimentación para que te veas bonita”.
Tiene sólo trece años, y admite que algunos de esos miles de insultos la han hecho llorar, pero al mismo tiempo, la están ayudando a amasar una pequeña fortuna: hoy, viernes, el tema de Rebecca alcanzó el puesto 39 en el ranking de la canciones más vendidas de la tienda iTunes –por encima, incluso, de su ídolo: Justin Bieber. Y en la entrevista, los de Good Morning America dejaron constancia de que Rebecca es capaz de cantar decentemente (puedes adelantar al minuto 3:33 del segmento), al menos, el Himno de los Estados Unidos.
A la interrogante “¿Crees ser una buena cantante?”, Rebecca responde así: “Creo tener algo de talento; creo que no soy la peor cantante pero también sé que no soy la mejor”. Sin embargo, la viralidad del video Rebecca Black en la red ya es tan grande que se ha convertido en un “meme”: un fenómeno cultural en el que una imagen o video se usa a manera de chiste, y se publica y republica versionado y modificado por miles de internautas hasta convertirlo en una imagen reconocible en todo el mundo. Un ejemplo de este fenómeno del “meme” es la “Cara de Troll”, originalmente llamada CoolFace o TrollFace, que se originó con un cómic y ya es parte de la cultura popular.
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