Shaina Aber, directora de la organización Servicio Refugiados Jesuitas/USA, dijo a AP que la crisis de desplazados colombianos se ha “regionalizado” ya que “a medida que la violencia ha escalado en ciertas áreas de Colombia, naturalmente se riega hacia las fronteras” y mencionó a las regiones de Chocó, Nariño y Putumayo.
Aber explicó que el deterioro en la seguridad que experimentan las poblaciones desplazadas se parecen cada vez más a la violencia existente en ciertas partes de Colombia con “numerosos paramilitares e intenso tráfico” de personas y productos ilegales.
Relató que el año pasado 250 desplazados colombianos debieron ser reubicados dentro del territorio ecuatoriano debido a los riesgos que enfrentaban, lo cual no había ocurrido antes. Según las cifras que su organización maneja, un promedio de 1.000 colombianos mensuales acudieron a las autoridades ecuatorianas en 2010 para reportar su condición de desplazado, comparado con un promedio mensual de 500 en 2009, y 250 en 2008.
Andrea Lari, director de la organización Refugiados Internacional, dijo que la situación de los desplazados colombianos “no mejorará pronto” y mencionó como ejemplo que en la frontera con Venezuela las FARC y ELN parecen haber cesado el enfrentamiento que sostenían hace dos años por el control de territorio, por lo que “ahora aplican un control más sistemático en las comunidades” a lo largo del río Arauca que delimita la frontera colombo-venezolana.
Los desplazados colombianos en Ecuador y Panamá son víctimas de xenofobia
El Servicio Refugiados Jesuitas/USA forma parte del Consejo para Refugiados USA (RCUSA por sus siglas en inglés), una coalición de 26 organizaciones no gubernamentales que presentaron el miércoles un reporte sobre los desplazados colombianos en Panamá y Ecuador, tras visitar ambos países del 1 al 9 de noviembre de 2010.
La directora de RCUSA Naomi Steinberg dijo a AP que el estudio no incluyó a Venezuela debido a que la relación diplomática entre Washington y Caracas podría haber limitado el acceso a la información, pero “de ninguna manera refleja nuestra falta de preocupación sobre la situación de los desplazados en territorio venezolano”.
El reporte, titulado “Viviendo en el filo: Refugiados colombianos en Panamá y Ecuador”, recomienda que Estados Unidos trabaje con Panamá y Ecuador para mejorar la protección que brindan a centenares de miles desplazados colombianos.
Si bien Ecuador tiene con 50.000 tiene la mayor cantidad de desplazados reconocidos en América Latina y la mayor tasa de asilos concedidos en 2009 en el continente (66% de las solicitudes totales), hasta 160.000 personas en territorio ecuatoriano necesitan protección internacional como refugiados, señala el reporte.
Los desplazados colombianos en Ecuador y Panamá son víctimas de xenofobia y tienen acceso limitado al mercado laboral, atención médica y educación. De particular atención son las personas de raza negra, menores de edad sin parientes adultos y mujeres en riesgo de ser explotadas y ser víctimas de tráfico humano. Solo en la población fronteriza de Lago Agrio el gobierno ecuatoriano ha legalizado 85 burdeles, precisa el documento.
La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) estima que 15.944 colombianos en Ecuador necesitan establecerse en un nuevo lugar, y se propuso reubicar a 4.644 colombianos en 2010 pero solo logró hacerlo con 1001, señala el reporte de RCUSA.
El informe especifica que Estados Unidos aceptó apenas 57 refugiados colombianos en el año fiscal 2009 y 123 el año siguiente, pese a su meta de aceptar 300 en cada uno de esos años fiscales.
Si bien la población de desplazados a Panamá es más pequeña, están confinados a una franja territorial en campamentos sin servicios básicos y su sistema de asilo apenas tiene un 2% de casos concedidos.
Las leyes panameñas no contemplan la posibilidad de que la condición de refugiado permita obtener un estatus migratorio temporal, lo que limita la protección incluso a los refugiados reconocidos.
Acnur estima que hasta 20.000 colombianos en Panamá necesitan la protección internacional de refugiado, pero algunas ONG ubican la cifra en 75.000, según el documento.
La no gubernamental colombiana Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (Codhes) dijo el mes pasado que la violencia de grupos irregulares provocó el desplazamiento de al menos 280.000 personas en Colombia en 2010.
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