“Cuando alguien entra en tu vida y una parte de ti dice ‘justo ahora no estoy preparado para esto’ y otra parte de ti dice ‘hazla tuya para siempre'”.
De la película Remember me
Cuando terminamos una relación amorosa de inmediato sentimos cómo todo lo que habíamos construido con esa persona se derrumba como si se tratara de La Torre de Babel; sin embargo, pese a que el proceso es doloroso e implica un desgaste emocional, sólo se trata del cierre de un ciclo que ya no necesitábamos. Aunque la relación haya durado un par de meses o cuatro años, es importante que nos otorguemos un tiempo para remendar el vacío que deja aquella persona que se va.
En el libro “Uno siempre cambia el amor de su vida, por otro amor o por otra vida”, de Amalia Andrade, se proporciona una serie de pasos que es indispensable seguir para curar un corazón roto después de quedarnos con un hueco en el pecho, por lo que a continuación te los presentamos.
1. Concluye la situación
Existen palabras que siempre duele escuchar, pero las peores son aquellas que no se dicen y quedan atoradas en la garganta. Antes de asumir cualquier realidad, es importante dejar las cosas claras, aun cuando tengas que escuchar el temido “terminamos”; es mejor conocer la respuesta que permanecer con la incertidumbre. No importa el tiempo que haya durado o si esa persona significó algo para ti, esta situación se debe afrontar antes de que les cause más daño.
2. Drena el dolor
Es natural que después de terminar con alguien a quien amaste, exista el impulso de llorar y recordar cada uno de los momentos que pasaron juntos. Pero no hay nada más efectivo para desahogarte que comprar un litro de helado, escuchar el playlist más triste y sacar todas esas lágrimas, pues si hay una oportunidad para expulsar el dolor es justo ahora.
3. No te autodestruyas
Desmotivación, apatía, ganas de dormir, evadir las responsabilidades y la gente son algunas de las reacciones después de romper, pero no puedes apartarte de la vida cotidiana por completo. El mundo sigue y un corazón roto no es pretexto suficiente para no cumplir con tus compromisos.
4. Sentir rabia, venganza y sentimientos a fines
Sentir el rechazo de la persona que amamos, además de tristeza, suele generar coraje. Después de llorar te preguntarás cómo tu ex puede estar bien, y desearás que un día pase por el mismo dolor que tú, pero multiplicado. Habitará dentro de ti mucho rencor, rabia e incertidumbre, sólo recuerda que con esa persona viviste muchos de tus mejores momentos, así que es mejor guardar lo bueno.
5. Acepta la realidad
Después de pasar días ahogada en el llanto, en algún punto tendrás que admitir que esa persona no volverá, pues no puedes pasar el resto de tu vida sufriendo. Poco a poco su recuerdo se desvanecerá y las actividades que solían realizar juntos, aquellos lugares que frecuentaban, las cosas que te hacían reír y aquello que amabas caer regresará a ti poco a poco. Remueve las cosas a paso lento, nunca de golpe, ya que el cambio debe ser gradual, sino lo haces así te arriesgas a sufrir una recaída.
6. Reinvéntate
Pasar tanto tiempo con una persona puede disminuir la personalidad. Así que ahora debes trabajar el amor propio y probar cosas nuevas, ir a clases de cocina, aprender un idioma o cambiarte el look. Es tiempo de nuevas oportunidades y realizar las actividades que siempre quisiste intentar.
7. Calma tu alma
Al igual que cuando aprendiste a caminar, lo mismo ocurre en este último paso. Un día te percatas de que el dolor ya no está, ya no odias a esa persona por la sufriste, ni deseas que vuelva. Al contrario, le agradeces el tiempo que formó parte de tu vida y lo mucho que creciste en su ausencia. Decirle adiós a un amor es como enterrar a alguien, sólo que es el “nosotros” lo que se sepulta. Como en toda pérdida, es necesario experimentar el proceso de duelo antes de continuar con una nuevo ciclo.
Al igual que cuando aprendiste a caminar, lo mismo ocurre en este último paso. Un día te percatas de que el dolor ya no está, ya no odias a esa persona por la sufriste, ni deseas que vuelva. Al contrario, le agradeces el tiempo que formó parte de tu vida y lo mucho que creciste en su ausencia. Decirle adiós a un amor es como enterrar a alguien, sólo que es el “nosotros” lo que se sepulta. Como en toda pérdida, es necesario experimentar el proceso de duelo antes de continuar con una nuevo ciclo.
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