El
presidente del Senado brasileño, Renán Calheiros, rechazó la suspensión
del trámite para un juicio contra la mandataria Dilma Rousseff decidida
por el jefe interino de la Cámara baja y determinó la continuidad del
proceso. "Es una decisión intempestiva", que "no tiene ninguna cabida"
en el proceso democrático y que "no puede ser aceptada", dijo Calheiros
al instalar la sesión en el pleno del Senado.
La oposición quiere que el Senado apruebe definitivamente el
miércoles o jueves el juicio político contra la mandataria por manipular
las cuentas públicas. En ese caso, la jefa de Estado sería separada de
su cargo por hasta 180 días, mientras el Senado tramita su juicio y
decide su culpabilidad.Más temprano, el presidente interino de la Cámara de Diputados de Brasil, Waldir Maranhao (Partido Progresista), había resuelto anular el trámite legislativo del 15, 16 y 17 abril, que terminó con la votación en la Cámara de Diputados por el "sí" al juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, y convocó a "una nueva sesión para deliberar sobre la materia".
Según el legislador del Partido Progresista la sesión en la que se aprobó el impeachment tuvo "algunos vicios que han de anular la sesión". Para ordenar la anulación de la sesión, Maranhao cuestionó que los diputados anticiparon sus votos y limitaron la actuación de la defensa: "Los señores parlamentarios no tendrían que haber anunciado públicamente sus votos antes de la conclusión de la votación, en la medida que eso caracteriza prejuzgamiento y clara ofensa al amplio derecho de defensa consagrado en la Constitución".
Rousseff se enteró de la noticia durante un acto público, pero dijo que aún no tenía la información oficial. "Desconozco sus consecuencias. Tengan cautela, vivimos una coyuntura de mañas y artimañas", afirmó antes de lanzarse a saludar a los efusivos asistentes que gritaban: "¡No al golpe!".
La semana pasada, Maranhao reemplazó en la presidencia de la Cámara baja a Eduardo Cunha, impulsor junto al vicepresidente Michel Temer del juicio político contra Dilma. Cunha fue suspendido indefinidamente de su cargo como diputado por el Supremo Tribunal brasileño --11 votos a favor y ninguno en contra-- por intentar obstruir las investigaciones en el escándalo de corrupción de Petrobras, en el que está involucrado.
Si finalmente Rousseff es suspendida esta semana, el vicepresidente Michel Temer, un exaliado del gobierno que se ha convertido en su principal enemigo, asumirá la jefatura de Estado de forma interina. Y si Rousseff es finalmente juzgada culpable, Temer, del partido de centroderecha PMDB, quedará al frente del país hasta 2018.
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