Suena disparatado, pero podría no serlo. El Estado Islámico (ISIS,
por sus siglas en inglés) está en busca de un nuevo golpe contra el
mundo civilizado y pretende impactar con su magnitud. Una situación tal
podría darse gracias a las alianzas que se están tejiendo en Oriente
entre grupos extremistas del islam. Según un artículo firmado por el
rehén John Cantlie, ese sería “un escenario de pesadilla para los
líderes militares y políticos del mundo democrático”. El terror está en
marcha, pese a los ataques que la coalición occidental realiza contra
los yihadistas en Irak y Siria.Reseñó infobae
En un largo artículo titulado “La tormenta perfecta”, Cantlie da
cuenta de las simpatías que el ISIS cosecha a diario en Pakistán,
Nigeria, Libia, Yemen y la Península del Sinaí. “Todos están bajo la
bandera negra”. “Occidente y sus aliados han sido, una vez más, tomados
por sorpresa mientras se encuentran luchando no con sólo un enemigo en
Irak y Siria, sino con un ejército internacional de muyahidines en
diferentes países”, señala el artículo aparecido en el último número de
Dabiq.
Según escribió Cantlie para esa revista propagandística, “Occidente
enfrenta el peor peligro en tiempos modernos”. Y lo explica de forma
rotunda. “Dejenme exponer una operación hipotética sobre la mesa”,
comienza su explicación de lo que podría ser un golpe contra los Estados
Unidos.
“El Estado Islámico tiene miles de millones de dólares en el banco,
entonces llaman a sus wilayah (autoridades islámicas) en Pakistán para
comprar un dispositivo nuclear a través de traficantes de armas con
vínculos con oficiales corruptos en la región. El arma luego es
transportada por tierra hasta Libia, donde los muyahidines la
trasladarán hacia el sur a Nigeria. Cargamentos de droga desde Colombia
llegan a Europa a través de África Occidental, por eso mover otros tipos
de contrabando de Este a Oeste es muy posible. El arma nuclear y los
muyahidines llegan a las costas de América Latina y se trasladan por las
porosas fronteras de América Central hasta llegar a México y de ahí a
la frontera con los Estados Unidos. Desde allí es sólo un asalto rápido a
través de un túnel de contrabando y ¡listo!, estarán mezclándose con
otros 12 millones de extranjeros ilegales en los Estados Unidos con una
bomba nuclear en el maletero de su automóvil”.
El relato de Cantlie provoca escalofríos y aclara que ésa es “la suma
de todos los miedos” para las agencias de inteligencia de los países
occidentales. E insiste: “Es infinitamente más posible hoy que hace un
año”. “Y si no es una bomba nuclear, ¿qué tal si se trata de cientos de
toneladas de explosivos de nitrato de amonio? Eso es muy fácil de
armar”.
Según señala el rehén utilizado por el Estado Islámico como difusor
de sus amenazas contra el mundo civilizado, ISIS está detrás de algo
grande. “Algo tan grande que cualquier cosa que se haya hecho en el
pasado quedará como dispararle a una ardilla”, añadió en su texto
Cantlie.
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