Motivados por un tuit de @AereoMeteo
donde nos informa de la caída de polvo sahariano en la geografía de
nuestro país que aumenta la sensación térmica, nos topamos con este
fenómeno climático que nos recuerda lo inmensamente complejo que es
nuestro planeta Tierra.
Polvo sahariano sensación térmica en desarrollo /seco / visibilidad reducida 11:45 pic.twitter.com/yjoYOVKY4d
— AereoMeteo (@AereoMeteo) May 2, 2015
Conseguimos también este interesante blog de meteorología realizado por Luis Vargas en donde se explica en detalle cómo el polvo del Sahara afectó (y afecta) a Venezuela.
La “Capa de Aire del Sahara”
(“Sarahan Air Layer”, SAL por sus siglas en inglés) es una masa de aire
muy seca y cargada de polvo que se forma sobre el Desierto del Sahara a
finales de la primavera, durante el verano y temprano en el otoño, y se
mueve usualmente hacia el Océano Atlántico Norte cada 3-5 días. Esta
capa puede extenderse verticalmente entre los 1.500 a 6.000 m (5.000 a
20,000 pies) de altura en la tropósfera y está relacionada con
cantidades grandes de aire muy seco y cargado de polvo (~50% menos
humedad que un sondeo tropical húmedo típico) y vientos fuertes (25-55
mph ó 10-25 m/s). Estos vientos fuertes, o chorros, usualmente se
encuentran entre 6.500-14.500 pies (2000-4500 m) de altura en las zonas
central y occidental del Océano Atlántico Norte y a una profundidad de
1-2 millas (1.6-3.2km). El SAL puede tener un efecto negativo importante
sobre la formación de las nubes e igual en la intensidad de los
ciclones tropicales y su formación. El aire seco del SAL puede debilitar
el ciclón tropical al suprimir las corrientes de aire ascendente de la
tormenta, y los vientos horizontales que transportan el SAL cambian
significativamente la cizalladura del viento en el medio ambiente de la
tormenta. Todavía no se entiende muy bien cuál es el efecto del polvo
del SAL en la intensidad del ciclón tropical, aunque en algunos estudios
se sugiere que puede tener un impacto en la formación de las nubes.
El
SAL puede cubrir un área equivalente a América del Norte. Igualmente
estas masas han sido rastreadas hacia el Oeste hasta el Mar Caribe,
América Central y el Golfo de México.
Debemos recordar, que El desierto
del Sahara es la mayor fuente de polvo mineral en el planeta. Alrededor
de 60 a 200 millones de toneladas de polvo del Sahara son esparcidos a
diferentes mares y continentes cada año. El polvo está mayormente
compuesto de óxidos y carbonatos que son los elementos principales que
constituyen la corteza terrestre. El calentamiento diurno extremo en el
desierto del Sahara crea inestabilidad en la capa más baja de la
atmósfera, introduciendo partículas de polvo en el aire. La capa del
aire con polvo continúa calentándose mientras que viaja hacia el Oeste a
través del Sahara. Mientras que la capa de aire del Sahara se mueve
desde la costa Oeste de África, pasa sobre una capa más fresca, más
húmeda de aire generando la inversión térmica. Esta inversión de
temperatura (la temperatura del aire disminuye con la altura en la
tropósfera) evita la mezcla, permitiendo a la capa del polvo viajar a
través del océano. Investigadores han descubierto que el 56% de este
polvo deriva de un lugar: la depresión de Bodélé en Chad, África.
También mostraron que es tres veces más la cantidad de polvo
transportado desde el Sahara hasta el Amazona, unos 40 millones de
toneladas. El valle de Bodélé es 200 veces más pequeño que la cuenca del
Amazonas y forma únicamente el 0.2% del Sahara. La razón por la cual
este valle suministra tanto polvo es por su condición de encontrarse
entre dos crestas de montañas, se forma un embudo y se acelera el flujo
del aire. En invierno, el valle produce una media de 700,000 toneladas
de polvo al día.
Más información en Meteovargas
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