Los
suramericanos tenemos otro protagonistas de nuestras pesadillas. Este
tipo de roedor está cubierto no por pelambre, sino por púas. Sí, ratas
con púas, y de gran tamaño. Dudo que haya algún gato doméstico que lo
detenga.
El Hoplomys gymnurus,
mejor conocido como Güira, es un roedor que habita en las zonas de
selva húmeda tropical. Normalmente se encuentra en países como Honduras,
Costa Rica, Colombia, Ecuador, Nicaragua y Panamá, y aunque vive cerca
de arroyos, donde hace sus madrigueras, puede ser el motivo de las
pesadillas de cualquier persona que viva en la ciudad. Es decir,
vamos... ¡que es una rata con púas!
La verdad
es que es un animal fascinante que por muchos años ha maravillado a la
comunidad científica. Durante el primer mes de su vida parece una rata
común y corriente, incluso un poco más pequeña, pero luego su pelambre
empieza a cambiar, haciéndose cada vez más sólido y puntiagudo; al
principio se ve como si se hubiese mojado en la lluvia el roedor (así como se ven los perros mojados, por ejemplo),
pero luego claramente lo que parecía pelambre se convierte en púa, uno
de los métodos de defensas más efectivos de la naturaleza.
Más que
ligado a las ratas, este roedor tiene entre sus antepasados al mismo
linaje del puerco espín, y esto no nos extraña nada. Si te atemorizaban
las ratas por sus grandes dientes, quizás pienses distinto de ellas al
ver a estas ratas acorazadas.
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