Sicarios encapuchados lo mataron


Una noche de celebración en Zuata se volvió una pesadilla para un joven trabajador de la empresa de Alimentos Souto, ubicada en la carretera Panamericana San Mateo-La Encrucijada, cuando unos encapuchados lo interceptaron y le propinaron tres impactos de bala por motivos que se desconocen, segándole la vida.

Eran aproximadamente las 3:30 am del domingo, cuando la adrenalina corría por las venas de quienes, en medio de la música y la bebida, disfrutaban de la fiesta que se llevaba a cabo en una reconocida cachapera ubicada en el sector Mamón Mijao de Zuata, específicamente en la carretera Panamericana que conduce desde La Victoria hacia la referida población.

De pronto, la emoción se tiñó de sangre, cuando inesperadamente llegaron varios sujetos encapuchados a bordo de dos motos, buscando a Víctor David Méndez Montenegro (24). Sin mediar palabras le efectuaron varios disparos, propinándole al menos tres impactos de bala en el abdomen, el pecho y en un costado.

Tras cometer el crimen, huyeron rápidamente del lugar, dejando conmoción en el sitio en el que segundos antes había un ambiente festivo. Ante la desesperación de los presentes se logró notificar a la policía, quienes hicieron acto de presencia en el recinto.

Al confirmar el sangriento hecho, procedieron a trasladar al joven a un centro asistencial, como señaló David Méndez, padre de la víctima, pero fue imposible ya que estaba agonizando, muriendo a escasos segundos.

“Lo mandaron a matar”

Con sus ojos llenos de lágrimas de dolor, David Méndez, padre de Víctor David, manifestó su presunción con respecto al móvil del hecho. “A mi hijo creo que lo mandaron a matar, por la forma en cómo se produjo, pareciera que fue sicariato”, pues se trataba de un muchacho que trabajaba de lunes a sábado, que cada vez que tenía su día de descanso, aprovechaba para compartir con amigos o familiares.

Reiteró que la madrugada del domingo el joven se encontraba en la fiesta, cuando llegaron los homicidas con el rostro cubierto, “lo buscaron directamente a él y le dispararon sin mediar palabras”.

Víctor David era padre de dos niñas y residía en la población de Zuata. Llevaba tres años laborando en la referida empresa. Su cuerpo fue trasladado a la Morgue de Caña de Azúcar donde le practicaron la respectiva necropsia de rigor.
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