Combatientes que respaldan al presidente Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional, se concentraron el domingo. El mandatario saliente, Laurent Gbagbo, se niega a dejar el poder. A medida que la ciudad aguarda bajo una gran tensión, mucha gente se está quedando sin comida.
Abiyán, Costa de Marfil.- Los residentes se preparaban en sus viviendas el domingo en momentos en que este país del oeste de África aguarda tensamente el enfrentamiento final entre dos hombres que se disputan la presidencia.
Combatientes que respaldan al presidente Alassane Ouattara, reconocido por la comunidad internacional, se concentraron el domingo en una caseta de cobro en el extremo norte de la ciudad, preparándose para el ataque final. Su líder fue declarado ganador de los comicios de noviembre pasado, pero no ha podido asumir el puesto porque el mandatario saliente Laurent Gbagbo se niega a dejar el poder, destacó la agencia AP.
Gran parte de Abiyán carece de suministro de agua potable, y en las calles vacías fue posible ver a un puñado de mujeres que se dirigían a toda prisa hacia una laguna cercana para llenar recipientes. Algunos hombres se aventuraban a salir con bolsas de plástico para recoger agua, sosteniéndolas en el aire para hacer ver que iban desarmados.
Solamente unos 32 kilómetros (unas 20 millas) separan a los miles de soldados de infantería partidarios de Ouattara del distrito ubicado a un costado de la laguna donde se encuentran el palacio y la mansión presidencial.
Un residente del vecindario de Cocody, donde se encuentra la mansión, dijo que unos 700 partidarios de Gbagbo se habían reunido el domingo a las puertas del complejo, después de que la televisión estatal, aún controlada por el gobernante, exhortó a la población a formar un escudo humano con el fin de proteger el palacio presidencial.
El residente, que pidió no ser identificado por temor a sufrir represalias, dijo que los partidarios del actual mandatario habían sido armados con fusiles AK-47.
Toussaint Alain, representante de Gbagbo en Europa, dijo a reporteros en París que éste no se ha dado por vencido.
"El presidente Gbagbo, según he dicho, está en la residencia del jefe de estado, su lugar usual de trabajo, y está manejando la crisis con equipos implementados para hacer frente a esta agresión que proviene del exterior", señaló Alain. "No depende de Estados Unidos ni de Francia decidir quién debe gobernar a Costa de Marfil''.
La comunidad internacional ha sido casi unánime en su respaldo a Ouattara, cuyo triunfo con más del 54% de los votos fue confirmado por autoridades electorales marfileñas y una misión de observadores de las Naciones Unidas integrada por 900 elementos.
A medida que la ciudad aguarda bajo una gran tensión, mucha gente se está quedando sin comida. Una mujer que tuvo que permanecer en su oficina cuando comenzó la violencia dijo que sobrevivió cuatro días con un paquete de galletas de dieta, una botella de whisky y algunas latas de soda.
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