Los motores EcoBoost y EcoBlue de Ford se han posicionado como dos de
los propulsores, gasolina y diésel respectivamente, más tecnológicos del
sector. ¿Qué secretos esconden?
Con casi todos los fabricantes trabajando en motores eléctricos,
llama especialmente la atención la creación de nuevos tipos de motores
de gasolina y diésel cuando parece que estos tienen fecha de caducidad,
pero no todos las marcas piensan así. Ford ha demostrado que a los motores tradicionales aún les queda mucho recorrido
y puede ser rentable la inversión en motores más eficientes, potentes y
ecológicos. Es más, la industria lo ha valorado con numerosos premios y
los clientes han visto con buenos ojos la apuesta de esta automotriz.
Ford tiene en su catálogo dos de los motores más tecnológicos de
todos los fabricantes de su categoría, una fuerte inversión para poder
diferenciarse de sus oponentes y para que los clientes tengan lo mejor
de lo mejor bajo su capó. Los motores EcoBoost, alimentados con gasolina, han ganado durante cuatro años consecutivos el ‘Premio al Motor Internacional del Año’, un hito que no había logrado antes ningún otro constructor.
Por su lado, la tecnología EcoBlue convierte a los motores diésel de
Ford en propulsores versátiles, de muy bajo consumo y con una tecnología
que les permite ofrecer soluciones nunca antes vistas en el sector,
como el uso de materiales como el Inconel.
¿Qué hace tan especial a un motor con apellido EcoBoost?
El motor EcoBoost de Ford ofreció bloques con solo 1 litros de cubicaje y potencias que superaban los 100 caballos, una relación que solo los mejores deportivos podían superar.
Para hacerte una idea de lo que supuso este motor en el sector, su
turbocompresor gira casi al doble de revoluciones de lo que lo hacen los
coches de Fórmula 1.
El motor EcoBoost fue uno de los primeros en hacer interesante el concepto 'downsizing',
o la reducción de la cilindrada y el tamaño del motor, sin perder ni
potencia, ni prestaciones. Y además en el camino se ahorra en emisiones
de CO2 y en carburante. Todo son ventajas para los usuarios.
La tecnología ha permitido que un motor con 125 caballos quepa en un folio tamaño A4
y pese menos de 100 kilogramos. Para desarrollar este propulsor, más de
200 ingenieros de Ford en Alemania y Reino Unido trabajaron durante más
de cinco millones de horas desarrollándolo.
El artífice de estas cualidades es sin lugar a dudas su
turbocompresor, una valía que ha sido suficiente para convertir a los
motores EcoBoost en un referente de rendimiento y ecología, tanto es así
que ya se usan en la competición y en los modelos más carismáticos como
el Ford Mustang, pero sobre todo en las versiones gasolina del Ford Focus y Ford Fiesta y en el resto de la gama como en los Ford B-MAX, Ford C-MAX, Ford Mondeo, Ford Tourneo Connect, Ford Transit Courier y FordTransit Connect.
De EcoBoost a EcoBlue, de la gasolina al diésel
Fábrica de Ford en Dagenham.
Si con los motores EcoBoost Ford revolucionó el mercado de los
motores de gasolina, despreciado por algunos conductores por su elevado
consumo, con la tecnología EcoBlue añadió un toque de sofisticación a los motores diésel con una carta de presentación basada en la tecnología y la innovación.
Las avanzadas tecnologías incluyen un sistema de entrada de aire
integrado con la aplicación de un puerto espejo para una mejor
ventilación del motor; un turbo de baja inercia con
materiales para el reactor, diseñado para aplicaciones a altas
temperaturas y un sistema de inyección de combustible de alta presión
totalmente nuevo que es más versátil, silencioso y ofrece un envío de
combustible más preciso.
El nuevo motor Ford EcoBlue 2.0 litros ofrece múltiples innovaciones que reducen la fricción, lo que contribuye a una mejora del 13% en eficiencia del combustible. Estas incluyen:
- Un diseño de cigüeñal desplazado de 10 mm que minimiza la carga lateral del pistón, minimizando las fuerzas de rozamiento contra las paredes del cilindro del reducido bloque de acero de cuatro cilindros
- Casquillos de cigüeñal de pequeño diámetro
- Correa del árbol de levas a la bomba de aceite lubricada
- Distribución mejorada y un nuevo cigüeñal de una sola pieza
- Ford utiliza por primera vez un diseño de conducto de admisión invertido que controla con precisión el flujo de aire a los cilindros, con el flujo en el sentido de las agujas del reloj para los cilindros número uno y dos, y al revés para los cilindros número tres y cuatro.
Uno de los elementos donde más se ha trabajado es en el uso del combustible. Los desarrolladores emplearon más de 1.400 factores que afectan al rendimiento de los tiempos
y a la elevación de la válvula para determinar el momento óptimo de la
administración del diésel. Además, los nuevos inyectores de combustible
son capaces de realizar seis inyecciones por combustión, y cada
inyección se realiza en tan solo 250 microsegundos (0.00025 segundos) y
con 0.8 mg de diésel (el equivalente a un grano de azúcar). Este
diminuto volumen de combustible se inyecta a través de ocho agujeros
cónicos de 120 micrones de diámetro cada uno, aproximadamente el espesor
de un cabello humano.
En comparación con la tecnología anterior, el turbo es capaz de enviar más aire al motor a un menor régimen.
La turbina ahora es más aerodinámica, se ha reducido el diámetro en
casi un 10%, y está fabricada a partir de Inconel, una aleación
utilizada en entornos con temperaturas extremas tales como los motores
de reactores. La reducción de tamaño permite una menor inercia y mayor
rendimiento, y la cifra habla por sí sola: la velocidad de giro es de
hasta 240.000 rpm.
Los motores diésel son por definición ruidosos y emiten muchas
vibraciones, algo que contribuye negativamente a la calidad de la
marcha, por ello, los ingenieros han trabajado sobre la cabeza y el
bloque de cilindros para insonorizar todo lo posible el motor atrapando el ruido dentro.
Han revisado cada pieza para que además funcione de una forma más suave
y silenciosa para hacer que se transmita mucho menos ruido del motor al
habitáculo y que la calidad de rodadura sea lo más elevada posible.
Y todos estos cambios pensando también en la fiabilidad ya que estos
motores han sido probados durante 5.5 millones de kilómetros incluyendo
más de 400.000 kilómetros bajo condiciones reales. Este propulsor se
estrenó con los Ford Transit y Ford Transit Custom e irá extendiéndose a toda la gama de turismos y vehículos comerciales de la marca.
En el reciente evento Go Further, Ford anunció el lanzamiento a principios de 2018 de un desplazamiento variable para el premiado motor gasolina EcoBoost 1.0 litros que utiliza tecnología de desactivación de cilindro. Esta tecnología hará posible la reducción de los costes operativos
de los usuarios del EcoBoost 1.0 al detener automáticamente el envío de
combustible y el funcionamiento de las válvulas de uno de los cilindros
del motor en condiciones en las que no se precisa la capacidad completa
del motor, como cuando se va al ralentí o se circula con baja exigencia
para el motor.
Ford tiene dos motores para poder comandar cualquier vehículo durante
muchos años, una inversión que será fundamental para poder acometer el
reto de la llegada del coche eléctrico con la tranquilidad de tener dos propulsores eficientes, eficaces y muy, muy tecnológicos.
Fuente: hipertextual
0 comentarios:
Publicar un comentario