El subsecretario de Estado para Asuntos
Políticos del Gobierno de Estados Unidos, Thomas Shannon, consideró que
el éxito del diálogo venezolano, depende del gobierno nacional.
Consideró que Venezuela vive una crisis política, además de una crisis económica y humanitaria y destacó que comunidad internacional quiere ayudar al pueblo venezolano a resolver la crisis política entre el gobierno y la oposición.
A continuación las declaraciones de Shannon sobre Venezuela en entrevista al Mercurio:
“Primero: Venezuela está en una crisis política, montada en una crisis económica, montada en una crisis humanitaria. Pero la solución a la crisis económica y a la humanitaria va a salir de resolver la crisis
política. Y la región -con Unasur- y la comunidad internacional -con la
participación del Vaticano y el interés mostrado por la Unión Europea,
la OEA y EE.UU.- quieren ayudar al pueblo venezolano a resolver sus
propios problemas: la crisis política entre el gobierno y la oposición.
La comunidad internacional ha montado un
esfuerzo yo diría inédito en Venezuela para ayudar al pueblo venezolano
a resolver sus problemas. El proceso de diálogo y el apoyo ofrecido por
organizaciones internacionales -como el Banco Mundial, el FMI y las
organizaciones de caridad- no solo crearon un espacio para el diálogo,
sino que también para ofrecer los recursos necesarios para enfrentar en
lo inmediato la crisis humanitaria. Es una muestra de solidaridad muy, muy importante.
La cuestión es si los venezolanos
quieren aprovecharla. Y más que nada, si el gobierno quiere
aprovecharla. Porque el éxito del diálogo depende más que nada del
gobierno, porque para salir de la crisis política Venezuela tiene que
fijar una agenda electoral, después tiene que resolver problemas
institucionales que existen, especialmente la lucha entre el poder
Legislativo y el Judicial y el Ejecutivo; tiene que sanear su sistema
electoral para permitir elecciones que puedan ocurrir con confianza;
tiene que resolver el problema de los presos políticos, y después de
eso, tiene que abrir un espacio para que la comunidad internacional
pueda empezar a entregar bienes humanitarios. Casi todo eso está en
manos del gobierno.
La comunidad internacional está esperando en el diálogo, el cumplimiento de los acuerdos ya alcanzados y esperando más avances en el proceso del diálogo”.
-La asistencia y disponibilidad
de la comunidad internacional para ayudar en el diálogo, para ofrecer
recursos es “la zanahoria”. La otra parte es “el garrote”: ¿Cree
necesaria la presión de la comunidad internacional? Por ejemplo,
Mercosur ha sido una de las organizaciones más severas con Venezuela, al
obligarla a adecuar sus normativas sobre derechos humanos y cuando no
lo hace la sanciona, excluyéndola del bloque. La OEA, bajo el nuevo secretario general Luis Almagro, ha intentado invocar la Carta Democrática. ¿Son necesarias también esas acciones en paralelo?
“En mi experiencia en relaciones
internacionales, los incentivos y presiones andan juntos. Pero es
importante entender que la comunidad regional e internacional no está
amenazando a nadie, aunque sí está indicando que hay consecuencias.
Y Mercosur acaba
de demostrar estas consecuencias. Nuestro propósito es convencer a los
venezolanos de sentarse a la mesa, dialogar, llegar a acuerdos que abran
espacio para una solución a una crisis y cumplir con los acuerdos.
Esto es lo que la comunidad
internacional está esperando. Con eso los venezolanos van a mostrar si
quieren buscar un sendero hacia la convivencia y hacia la
reconciliación, o si van en rumbo hacia una ruptura.
Quiero destacar nuestro respeto y
admiración hacia el pueblo venezolano, porque es un pueblo muy creativo,
muy innovador, que tiene la capacidad de aguantar mucho. También tiene
la habilidad de resolver los
problemas cotidianos de una manera impresionante. Pero sería un error
pensar que la paciencia del pueblo venezolano es infinita”.
-En Venezuela, usted ha podido
conversar con el gobierno, que suele usar de chivo expiatorio a Estados
Unidos, habla del imperialismo, lo pone como antagonista. Después de sus conversaciones, ¿ha disminuido ese tono?
“Es parte de su retórica, una retórica
que no nos agrada. Pero creo que el venezolano lo reconoce como una
retórica y no como una expresión de realidad. Solo el hecho de que
nosotros tengamos la habilidad de hablar directamente con el gobierno
venezolano y de tratar de resolver problemas, y en algunos casos podemos
resolver problemas, indica que existe la capacidad de, entre los dos
países, tener una relación bilateral que funcione. Este es un mensaje
importante para todos los venezolanos”.
Noticia al Día/El Mercurio
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