El magnate que quiere construir un muro entre la frontera de Estados
Unidos y México será el próximo presidente de los Estados Unidos. Los
mexicanos dan su opinión sobre el triunfo del republicano en las
elecciones del pasado 8 de noviembre.
Un muro entre la frontera de Estados Unidos y México, la deportación
de indocumentados y la retención de las remesas que provengan de los
salarios fuera de ley. Estos son los planes que el magnate Donald Trump
tiene para México. Hace 5 días, la victoria de Trump parecía lejana y
sus propósitos absurdos. A día de hoy se ha convertido en el nuevo
presidente de los Estados Unidos. El mundo quedó sorprendido ante una
victoria que veían poco probable en las elecciones que enfrentaron al
republicano con la demócrata Hilary Clinton.
Ni los analistas ni especialistas en política estadounidense supieron
pronosticar el triunfo de Donald Trump. Hoy se preguntan si el
republicano intentará llevar a cabo algunas de las reformas que propuso
durante la campaña. Las más polémicas tendrían una relación directa para
los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, que llegaron en 2015 a los 34.6 millones, según el Pew Research Center.
¿Que pasaría si se construyera un muro que separara las dos fronteras?
¿Y si se deportaran a los indocumentados? Todas estas preguntas pasan
por la cabeza de la sociedad mexicana, que analiza las razones de
triunfo de Donald Trump, el candidato más polémico.
"Yo creo que [la elección de Trump como presidente] sí es un peligro,
pero me agrada hasta cierto punto porque creo que ha sido un golpe para
nuestra generación para abrir los ojos y tomar un rol más activo en la
política", explica Fernando Loza, un mexicano de 27 años y deportado de
Estados Unidos a México hace cuatro. Un mapa que mostraba la elección
del voto según las edades le enseñó a Loza que gente de mayor edad era
la que había apoyado a Trump. Otro gráfico analizaba los votos de los millennialls,
la generación tecnológica representada por jóvenes entre 18 y 30 años, y
el resultado era muy diferente. "Tal vez que haya ganado Trump sirva
para que los jóvenes se den cuenta de que su voto sí tiene una
repercusión".
Para Fernando, Donald Trump es lo que él denomina 'necessary evil';
un mal necesario que puede sacudir a la sociedad americana por la
confrontación que ha provocado el próximo presidente. Por otro lado, el
joven mexicano también lo describe como un "perro que ladra mucho pero a
la hora de la verdad irá a menos". Piensa que algunas de sus reformas,
como la construcción del muro, son un chiste. ¿Cuántas
veces han construido un muro y ha caído años después, como el de
Berlín?, se pregunta. Otro aspecto cuestionado por Loza es la
deportación de los indocumentados en Estados Unidos. No sabe cómo planea
el nuevo presidente la localización de inmigrantes sin papeles, cuando
muchos de ellos "llevan años viviendo allí y tienen un trabajo, una casa
y un seguro. Son personas que consiguieron colarse en el sistema de
alguna forma".
Loza, que actualmente trabaja de camarero en un restaurante en Ciudad
de México, era uno de ellos. De los 23 años que vivió en Estados
Unidos, 15 fueron como ilegal. Mientras estudiaba en una universidad en
California, fue detenido por una infracción de tráfico, y los policías
descubrieron su situación migratoria. Durante el siguiente año, pasó por
las cárceles de Sacramento, San Diego y Arizona, hasta que finalmente
fue deportado a Tijuana.
Un peligro para los soñadores
Jóvenes como Fernando son los llamados 'dreamers', jóvenes que llegaron a Estados Unidos siendo menores de edad e indocumentados. Barack Obama implementó en 2012 la acción ejecutiva Deferred Action for Childhood Arrivals
(DACA), con el objetivo de proteger a los menores impidiendo su
deportación. Donald Trump afirmó que pretendía derrocar la reforma si
llegaba al poder. "Es una de las cosas más urgentes que se deberían de
evitar, la deportación de los jóvenes sería fatal", explica Eileen
Truax, periodista mexicana que trabaja como autónoma en Estados Unidos.
Truax recuerda que en 2007 fue aprobado en el Congreso estadounidense
la construcción de un muro tanto físico como virtual que los separara
de México. En ese momento, también se apostó por una campaña
antiinmigrante y por una campaña del terror con el fin de frenar la ola
migratoria. Finalmente, la propuesta fue aplazada por los recortes
presupuestarios. La periodista arroja que la construcción del muro de
Trump costaría 25 mil millones dólares y cuestiona si los costos
económicos podrían volver a suspender los planes fronterizos.
No todos los planes de Trump pueden llevarse fácilmente a cabo, pero
el magnate sí tiene el poder suficiente para poner las cosas difíciles.
Las remesas de Estados Unidos a México son la segunda fuente de ingreso
legal para los mexicanos. Según afirmó el próximo presidente, otro de
sus propósitos es interrumpir el envío de remesas para que con estas se
pueda construir el muro.
"Me parece poco probable que lo consiga, pero el problema real es que tenemos un país que depende del dinero que mandan desde Estados Unidos. Eso es más fácil para el Gobierno que crear un buen sistema que dé buenos salarios", sostiene Truax.
"Me parece poco probable que lo consiga, pero el problema real es que tenemos un país que depende del dinero que mandan desde Estados Unidos. Eso es más fácil para el Gobierno que crear un buen sistema que dé buenos salarios", sostiene Truax.
"El muro es una genialidad"
Miguel Ángel Jiménez Godínez estudió Ciencias Políticas; trabajó para el Banco Mundial y fue diputado del Partido Revolucionario Institucional (PRI),
la agrupación política del presidente mexicano Enrique Peña Nieto. Fue
diplomático en Washington, donde formó parte del grupo de trabajo sobre
temas migratorios impulsado por Barack Obama.
Jiménez entiende el triunfo de Donald Trump como un fin de ciclo a
nivel global en términos de desarrollo histórico del capitalismo
industrial y financiero. El republicano es una persona tan polémica
precisamente por sus declaraciones contra la democracia liberal, los
Derechos Humanos y el libre comercio. A pesar de ser cuestionado, ha
logrado dar voz a muchos ciudadanos estadounidenses que exigían un
cambio en el sistema actual. Su equipo de campaña supo identificar muy
bien estas necesidades, un hecho que le ha llevado hasta la presidencia.
Más allá, el politólogo afirma que todas las propuestas que ha
escuchado de Trump son muy sensatas y que, si fuera americano, hubiera
votado por él.
El 29% de los hispanos, uno de cada tres, escogió a Trump
Una de las declaraciones que tienen mas sentido para el ex diputado
es precisamente la más polémica: la construcción del muro. "Yo creo que
es una genialidad y si no la propuso Trump la debió haber propuesto y
defendido Enrique Peña Nieto", asegura. "Que exista este libre flujo por
la frontera de manera ilegal al único que le perjudica y que paga
costos altísimos es a México. Si hubiera una acuerdo de migración legal y
unas sanciones de manera automática se creará un acuerdo para que
trabajen legalmente".
El 8 de noviembre, ante el en ese momento posible triunfo de Donald
Trump en las elecciones, el peso mexicano sufrió una de las peores
devaluaciones de su historia. Según Jiménez Godínez, el sector
financiero se inventó la asociación entre Trump y el peso. "No hay
ninguna base científica que lo demuestre. El precio es producto de la
balanza comercia, de la oferta y demanda del mercado y los precios
relativos en ambos países".
Al igual que el experto en Ciencias Políticas, muchos mexicanos
hubieran querido votar o votaron por el candidato republicano. El 29% de
los hispanos, uno de cada tres, escogió a Trump el pasado 8 de
noviembre. Tanto Miguel Ángel como el joven Fernando explican este
fenómeno con la ayuda de algunos mexicano-estadounidenses, quienes
acaban sintiéndose americanos y dejan de lado su país de origen. "Los
mexicanos de segunda y tercera generación son muy religiosos y votan
mayoritariamente republicanos porque en ellos encuentran un confort
político cuando sale una propuesta del Partido Demócrata a favor del aborto, por ejemplo", explica Jiménez Godínez.
La familia Loza siempre recordó cuáles eran sus raíces antes de ser
deportados. Cuando el joven salía de la escuela en inglés, sus padres le
ponían deberes en español al llegar a casa. Pero Fernando también tenía
amigos que eran lo opuesto: "Hay gente que olvida lo mexicano, como si
pudieras borrar la piel, tus facciones, cómo hablas o tu nombre. He ido a
casas de pequeño que tenían prohibido hablar el español".
Fuente: hipertextual
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