Lo mataron y luego lo enterraron en “los camburales de la muerte”

Faltando 15 minutos para la 1:00 de la tarde de este lunes, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas y de Protección Civil, culminaron con las labores de desenterramiento de un cadáver en una zona conocida como “los camburales de la muerte”, sitio ubicado en el sector El Guaril entre los municipios Lamas y Sucre.



El cadáver lo encontraron a unos sesenta centímetros de profundidad, vistiendo un jeans, camisa azul sin zapatos, presentando dos disparos en la cabeza y en la región bucal, al parecer, con una escopeta.

Los familiares que acudieron al lugar del macabro suceso lo identificaron como Carlos Luis Rodríguez Aguilar, de 36 años de edad, conocido cariñosamente como “Carlucho”, y domiciliado en la vereda 43 del sector 1 de La Segundera, en Cagua.

Trabajaba como agente de seguridad para una concesionaria, en la carretera nacional del municipio Sucre, según la versión facilitada por los familiares de la víctima, quienes relataron a los reporteros que el hombre salió el domingo a eso de las 9:00 de la mañana hacia una gallera en El Guaril.

Del caso, ellos manejan dos versiones. Presumen que “Carlucho” ingresó a esa propiedad a cortar supuestamente un racimo de cambures o lo habrían raptado unos delincuentes cuando se dirigía a la gallera.

Seguidamente lo mataron de dos tiros de escopeta. Horas más tarde, un grupo de jóvenes paseaba a caballos y los hampones los sometieron bajo amenazas de muerte. Los conminaron a internarse a una zona boscosa, situada a unos 80 metros de la carretera frente a unos camburales.

Allí los obligaron a abrir una fosa o de lo contrario morirían a balazos. En medio de una crisis de nervios y con la ayuda de palas y picos cavaron un hueco, en donde enterraron el cadáver del vigilante.

Poco después los dejaron ir a sus respectivos hogares. Como a las 5:00 de la tarde, la noticia se hizo vox populi en La Segundera que a “Carlucho” había sido asesinado a manos de presuntos delincuentes de una poderosa organización criminal.

Ante la insistencia del rumor, los parientes de uno de los menores raptados se trasladaron hasta la Policía Municipal de Sucre, donde consignaron la denuncia.

Y ayer a primera hora de la mañana, las comisiones de la Policía local se desplazaron hacia el lugar del suceso, guiados por los jóvenes que fueron obligados a abrir la fosa. Luego dieron parte a los funcionarios de la División de Homicidios de Aragua.

El comisario Yemar Arreaza, jefe de Homicidios, con la ayuda de su personal y Protección Civil se trasladó a “los camburales de la muerte”, dirigiendo el proceso de desenterramiento, encontrándose posteriormente con el cuerpo de Carlos Luis Rodríguez, cuyos restos fueron trasladados a la Morgue de Caña de Azúcar para la autopsia de ley y determinar ciertamente si es el vigilante que la familia andaba buscando.

LUIS ANTONIO QUINTERO | elsiglo
fotos | RAFAEL LOZADA

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