El Socialismo del Siglo XXI ha sido consecuente en mantener con firmeza el
rumbo de sus intenciones o de sus desaciertos, o hasta ambos. Hacia la
consagración de la pobreza como nuevo signo distintivo de esta tierra.
Progresivamente, en todos los órdenes, dos corrientes concomitantes
arrastran a la gran masa de nuestra sociedad: una, halando a la que
fuera la envidiada clase media del continente hacia una calidad de vida
cada vez más precaria y magra en oportunidades, y la otra, socavando en
la mente de los más pobres la aspiración de ascender algún día en la
escala social.
Si el Plan de la Patria tenía como objetivo estratégico
empobrecer a la clase media y resignar a los pobres a su condición
menesterosa, sus ideólogos deben estar regocijándose por el éxito
alcanzado.
Al venezolano promedio se le acorta progresivamente su lista de
aspiraciones, de anhelos para cada uno y su familia. Los recursos
alcanzan cada día menos y hasta el tiempo mismo se le hace escaso porque
lo consume la hazaña diaria de satisfacer las necesidades primarias.
La
brecha entre ricos y pobres se ensancha como una cárcava erosionada por
torrenteras. Los propios indicadores oficiales admiten el crecimiento
de la pobreza, mientras la nueva clase, la de la burguesía bolivariana,
amasa fortunas en magnitudes insólitas.
Para sellar este modelo de segregación social, la revolución
antiimperialista ha hecho del dólar estadounidense un alambre de púas
que cerca las aspiraciones de los más modestos.
Legítimos deseos, como
el de poder viajar al exterior, son una aspiración casi imposible para
quien solo cuenta con desvalorados bolívares. Ahora, parece que la
ilusión de adquirir un buen vehículo también será inalcanzable sin los
quiméricos dólares.
El corral revolucionario aprisiona los sueños de los más humildes.
La Prision de los Sueños
6/06/2015 08:06:00 a. m.
chavez
,
diosdado cabello
,
exito del socialismo
,
maduro
,
pobreza extrema
,
REVOLUCION
,
ricos y pobres
,
socialismo
Edit
0 comentarios:
Publicar un comentario