Ya tiene un voluntario.El neurocirujano que lleva adelante el proyecto asegura que la traba más grande que tiene es "el límite mental de la humanidad".
El neurocirujano italiano Sergio Canavero
tiene un proyecto que parece de ciencia ficción: hacer un trasplante de
cabeza. Ya tiene un voluntario, es el ruso Valeri Spiridónov, de 30 años, que padece atrofia muscular espinal y no puede moverse. El
especialista defiende la riesgosa operación a capa y espada: asegura
que genera esperanza en casos de parálisis espinal y permitirá "extender
la vida indefinidamente". Además, revela que muchos ricos lo
contactaron para cambiar de cuerpo.
"Mi proyecto sólo tiene el
límite mental de la humanidad", asegura Canavero durante una entrevista
realizada por la agencia de noticias EFE. En esa charla explica en qué
consiste la operación que demandará dos días, 150 profesionales y
auxiliares, y cerca de 10 millones de dólares."En la sala se deberán encontrar las dos personas, la que donará el cuerpo y la otra que recibirá el cuerpo. La cabeza que será trasplantada se enfriará a una temperatura de 12 grados, después se procederá a seccionar la cabeza de ambos -vasos sanguíneos, músculos, huesos- y luego comenzará la fase en la que el paciente recibirá su nuevo cuerpo", explica Canavero, que tiene 51 años y trabaja en el hospital "Le Molinette" de Turín, en el norte de Italia. En junio presentará su proyecto durante la Conferencia anual de la Academia Americana de Neurólogos y Cirujanos Ortopédicos, que se realizará en Annapolis, Estados Unidos.
Luego llegará la fase que no encuentra aún respuestas en gran parte del mundo científico: cómo unir la médula espinal y los millones de terminaciones nerviosas que posibilitan que nuestro cuerpo se mueva. Canavero explica, sintéticamente, que para eso usará polietilenglicol, una especie de pegamento plástico que, según asegura, está revolucionando la medicina.
"La intervención durará unos dos días. Para ello se necesita muchísimo dinero, unos 10 millones de dólares, y un equipo de unas 150 personas entre médicos y auxiliares", señala.
Según los estudios de Canavero, tras la operación el paciente seguirá un mes en coma inducido y más de un año de fisioterapia para poder caminar. Pero estas cuestiones no desalientan al experto italiano que vaticina que en cuatro o cinco años la técnica será perfecta "y tendrá consecuencias inimaginables".
"Este
experimento saldrá perfectamente y lo demostraré en junio al mundo
entero", dice en respuesta a las críticas y descalificaciones que
recibió de prestigiosos neurocirujanos de todo el mundo.
El
especialista italiano también dijo que la logística no es un problema,
porque asegura que ya cuenta con "decenas de patrocinadores dispuestos a
financiar el proyecto, decenas de médicos, cirujanos, también de
España, quienes se mostraron dispuestos a participar a la operación".Para Canavero su proyecto es criticado porque "amenaza" a quienes hasta ahora no obtuvieron resultados en la materia, pero además porque "se tiene miedo" y es un "límite mental" pues argumenta que se entrará con él en la posibilidad de alargar la vida indefinidamente."Estamos a un paso de extender la vida indefinidamente porque cuando una persona tenga 80 años yo le podré dar un nuevo cuerpo y podrá vivir otros 40 años", argumenta con total seguridad.
"Uno de los motivos de todas estas críticas es que cuando haya llevado adelante el primer caso se abrirá la caja de Pandora y los ricos se podrán dar un nuevo cuerpo, ya que serán los únicos que podrán pagarse esta intervención", explica.
Para operar a Valeri, su voluntario, aún debe sortear el mayor problema que es la aprobación de la intervención por un comité ético. El neurocirujano asegura que luego de eso, en dos años, será capaz de formar y entrenar al equipo médico que participará en la operación que "cambiará para siempre la historia humana". Y concluye: "Será mi respuesta a la ética, porque nadie quiere estar como está Valeri"
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