Los venezolanos acudían el domingo muy lentamente a las urnas para
elegir gobernadores en unos comicios signados por la ausencia del
presidente Hugo Chávez, quien convalece en Cuba de una cirugía por el
cáncer que padece y que podría poner fin a su gobierno de 14 años.
El Gobierno -que actualmente controla dos tercios de las
gobernaciones- busca refrendar el buen resultado de las presidenciales
celebradas hace apenas dos meses, en las que la oposición sólo logró
ganar en dos de los 23 estados.
Pero la ausencia de Chávez, quien debe asumir en pocas semanas un
nuevo mandato, podría pasarle la factura al oficialismo en momentos en
que el mandatario lucha contra un cáncer en la zona pélvica que lo ha
obligado a someterse a cuatro operaciones, quimio y radioterapia desde
junio del 2011.
“El presidente ratificó varias veces el deber sagrado de todo
patriota de que vayamos a votar con mucha alegría. Incluso -y esto lo
agrego yo- para poder compartir con él la alegría de una alta
participación”, dijo el domingo vía telefónica el ministro Jorge
Arreaza, quien lo acompaña en La Habana.
El impacto en los comicios del deterioro repentino de la salud de
Chávez, quien hace una semana sacudió a Venezuela al mencionar por
primera vez la posibilidad de su alejamiento del poder y nombrar al
vicepresidente y canciller Nicolás Maduro como su sucesor político, es
aún incierto.
A diferencia de las elecciones presidenciales, cuando los venezolanos
se lanzaron masivamente desde temprano a las calles para votar, el
domingo las filas en los centros de votación estuvieron mayormente
ausentes.
“Normalmente, en este tipo de eventos la participación no es tan
pronunciada, sin embargo (…) el llamado es para aquellos que están
esperando hasta última hora para participar, que lo hagan temprano”,
dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, a una
radio estatal.
La alianza opositora apuesta a retener las siete gobernaciones que
lidera, pero la atención está centrada en Miranda, el segundo estado con
mayor número de votantes, donde el ex candidato presidencial Henrique
Capriles busca la reelección y aspira a mantenerse como favorito de la
oposición para una eventual nueva batalla electoral.
Capriles -que perdió con Chávez pero logró un nada despreciable 44
por ciento de los votos- se medirá con el ex vicepresidente Elías Jaua.
Los sondeos en ese estado, que abarca parte de Caracas, son dispares,
dado que algunos le dan a Capriles una diferencia holgada y otros
anticipan un final cabeza a cabeza.
“Esta elección regional tiene un alto contenido de importancia
estratégica para la vida cotidiana del país, pero sobre todo también
para la estabilidad política de Venezuela y para la unidad de
Venezuela”, dijo Jaua a periodistas.
Por su parte, Capriles calculó que la participación en Miranda
estaría cercana a 30 por ciento, y que a nivel nacional se ubicaría
alrededor de esa cifra.
“Todo proceso electoral es importante (…) Hoy es un día para
abrazarnos a la democracia, mientras más incertidumbre, más
participación, mientras más incertidumbre más votos”, dijo.
ESCENARIOS
El escenario más probable es que la oposición se imponga en entre
seis y ocho estados, todos con un alto número de votantes, según
analistas.
Pero otros especialistas creen que podría repetirse el escenario del
2004, cuando tras la victoria lograda por Chávez al vencer una propuesta
de referéndum convocada para revocar su mandato, el oficialismo repitió
la receta en las elecciones regionales celebradas pocos meses más
tarde, logrando 20 de las 22 gobernaciones en disputa.
Los analistas también advierten que la participación podría ser
inferior a la logrado en las regionales del 2008, cuando la abstención
fue del 38 por ciento, por la fecha cercana a las fiestas navideñas y,
en el lado opositor, falta de interés tras la derrota de octubre.
En 1999, una votación organizada para el 15 de diciembre registró una abstención cercana al 56 por ciento.
“Estoy sorprendida porque sólo somos dos electores en cola (fila). En
las presidenciales llegué a las tres de la mañana y había mucha gente,
hoy llegué a las cinco y fui la primera”, sostuvo Nathaly Betancourt,
una vendedora de 23 años, en la ciudad de Punto Fijo, al occidente del
país.
Los simpatizantes de la oposición protestaban en la red social
Twitter porque los centros de votación de los sectores más acomodados y
antichavistas de la capital estaban casi vacíos.
De acuerdo con analistas, un bajo nivel de participación podría
inclinar más la balanza a favor del Gobierno en las últimas horas de
votación, al contar con un mayor poder de movilización de sus
partidarios a los centros electorales.
La condición de Chávez, que el 10 de enero debería asumir un nuevo
mandato por seis años para coronar dos décadas en el poder, acaparó la
atención en la recta final de la campaña.
El presidente entró al quirófano el martes por última vez y sufrió
complicaciones durante la operación por una hemorragia que obligó a sus
médicos a aplicar “medidas correctivas” y puso en vilo al país.
“El comandante presidente sigue en proceso de estabilización. La
tendencia sigue siendo positiva día tras días, hora tras hora”, dijo el
ministro Arreaza el domingo, antes de informar que el mandatario ya
comenzó a celebrar actos de Gobierno.
En caso de que se vea impedido de continuar al mando del país
petrolero, la Constitución obliga a celebrar nuevos comicios en un lapso
de 30 días.
Reuters
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